Hacienda investiga a Juan Carlos I por las cacerías tras su abdicación en 2014

La Agencia Tributaria ha requerido al rey emérito Juan Carlos I varias solicitudes sobre los gastos derivados en cacerías a las que acudió tras su abdicación en 2014. Según El Mundo, el departamento de Inspección Financiera y Tributaria de Hacienda le reclamó, durante el último año, solicitudes de información para averiguar el origen de los fondos que sufragaron los vuelos y los gastos derivados de las jornadas cinegéticas a las que asistió entre 2014 y 2018, cuando ya no contaba con inviolabilidad. Estas operaciones no fueron regularizadas, y la Agencia Tributaria quiere saber si el monarca “tuvo un incremento de patrimonio no justificado ante el fisco desde que abdicó”. En el marco de este procedimiento también exige la justificación de algunos regalos que recibió, tales como obsequios de empresarios cercanos al emérito.

Los asesores del monarca han contestado a los requerimientos cursados por la Inspección de Hacienda, y aseguran que los importes no superan el umbral de los 120.000 euros anuales, a partir del cual está tipificado el delito contra la hacienda pública. No obstante, los técnicos de Hacienda avisaron que cualquier incremento de patrimonio del emérito entre 2014 y 2018 sería delito, y que los gastos deberían superar los 120.000 euros para ser tipificados así si el padre de Felipe VI no puede probar que son regalos.

Por su parte, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, confió en la actuación de la Agencia Tributaria porque, aseguró, siempre ha demostrado “su profesionalidad”. La apertura formal de la investigación cierra la puerta a que el emérito pueda recurrir de nuevo a regularizaciones para sortear a la Justicia, como hizo ante la Fiscalía del Tribunal Supremo.