POLÍTICA NEGOCIACIÓN
La reunión Vilagrà-Bolaños tensa de nuevo la relación entre Junts y ERC
Puigneró reclama “menos citas con Sánchez y más hacerle perder votaciones en el Congreso”|| Los republicanos defienden que hacen política útil para Catalunya
El eventual encuentro entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el de la Generalitat, Pere Aragonès, para tratar de reencauzar las relaciones entre ambos Ejecutivos que se pactó el miércoles en una reunión entre el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, y la consellera a la Presidencia, Laura Vilagrà, ha provocado el enésimo enfrentamiento entre los dos socios que conformar el Govern catalán: ERC y Junts. El vicepresident y conseller de Políticas Digitales, Jordi Puigneró, cargó contra los republicanos asegurando que lo que deberían no es “concertar citas con el Gobierno central, sino hacerle perder votaciones en el Congreso” porque ese es el “único diálogo que entiende Sánchez”. El vicepresident avanzó que pedirá explicaciones a Aragonès por una reunión de la que “no tienen ninguna información”, algo que desde ERC niegan.
Aseveró también que para su partido las relaciones con el Ejecutivo central siguen “congeladas” a raíz del Catalangate y criticó que sus socios se hayan abierto de nuevo al diálogo cuando no ha habido “ni explicaciones ni dimisiones” por el escándalo. La presidenta del Paralment, Laura Borràs, recriminó a los de Esquerra que rompiera los acuerdos aprobados en la Cámara para paralizaban las relaciones entre gobiernos y lamentó que se produjera “una nueva división innecesaria” dentro del independendentismo. Duro con ERC fue también el expresident Carles Puigdemont, que avisó de que “no sirve de nada” dialogar con Sánchez si el soberanismo no recupera su unidad y una estrategia compartida.
El exlíder de Junts lamentó que sus socios decidieran romper unilateralmente los acuerdos alcanzados para volver de Madrid con las manos vacías. Vilagrà replicó a los reproches de sus socios afirmando que “nos votan por ser útiles, para dar soluciones y para hacer política”. Así, respondió que lo que el Govern debe hacer es trabajar para dar respuesta a los problemas que hay en Catalunya, como “la represión que viven muchísimas personas” o el espionaje a líderes independentistas.
La secretaria general de ERC, Marta Rovira, por su parte, replicó a Puigneró que Junts “ha votado el 60% de las iniciativas a favor del Gobierno” en el Congreso, mientras que ERC lo ha hecho en el 70% de los casos. “Vicepresidente, menos declaraciones y más datos”, dijo en un tuit, en el que sugirió que la diferencia se debe a iniciativas que a Junts le han parecido demasiado progresistas, según sus palabras.Por otro lado, pese a que Vilagrà explicó que en la reunión con Bolaños “se abrió la opción de una agenda antirrepresiva para los próximos meses”, que puede incluir medidas concretas y modificaciones legislativas, el ministro, aseguró que no sabe qué es la agenda antirrepresiva de la que la consellera habla. Mientras, el líder del PSC, Salvador Illa, celebró desde Les Garrigues que se haya optado por volver al diálogo.
Los indultos, en manos del Supremo un año después El Consejo de Ministros aprobó el 22 de junio de 2021 el indulto parcial que permitió a los nueve líderes independentistas condenados por el 1-O salir de prisión a tiempo para celebrar Sant Joan y tras casi cuatro años privados de libertad. Ahora, un año después de esa decisión, el Supremo vuelve a tener en sus manos el futuro de la medida de gracia. En enero los magistrados cerraron la carpeta de los indultos al no aceptar los recursos presentados por PP, Cs y Vox, entre otros, contra la medida, justificada por el Gobierno como de utilidad para “mejorar la convivencia en Catalunya”.
Cuatro meses después, en mayo, y tras un cambio de magistrados, un Supremo dividido decidió cambiar de criterio, aceptar los recursos y entrar a revisar la medida de gracia. El margen que tiene de maniobra que tiene el tribunal para tumbarlos, no obstante, es muy pequeño, ya que solo podría hacerlo por un defecto de forma o al considerar que no están bien argumentados con los supuestos que exige la ley: justicia, equidad y utilidad pública. Los nueve indultados, Oriol Junqueras, Raül Romeva, Joaquim Forn, Josep Rull, Jordi Turull, Carme Forcadell, Dolors Bassa, Jordi Sànchez y Jordi Cuixart, aprovecharon la señalada fecha para reivindicar su lucha a favor del independentismo y denunciar la represión y la persecución ejercida por el Estado.
Asimismo volvieron a reclamar una ley de Amnistía y el derecho a la autodeterminación.