Ucrania lucha por defender su último bastión en la región de Lugansk

El Ejército ucraniano luchaba ayer por contener a las fuerzas rusas en la ciudad de Lisichansk, considerada como el último bastión de Ucrania en la región de Lugansk, en el este del país. Las tropas del Kremlin y las milicias de la autoproclamada república lograron ayer acceder a la localidad después de que el pasado viernes cayera Severodonetsk, después de ser escenario de intensos combates durante las últimas semanas. La caída de Severodonetsk y la eventual captura de Lisichansk permitirá a Moscú clamar que ha ocupado toda la región de Lugansk y cumplido así parte de su objetivo declarado de “liberar” todo el Donbás, integrado también por la vecina Donetsk.

Paralelamente, las fuerzas rusas lanzaron anoche y la madrugada de ayer decenas de misiles sobre la zona oeste del territorio ucraniano con el objetivo, según informaron las autoridades ucranianas, de desviar la atención del Donbás e involucrar aún más a Bielorrusia en la guerra. De hecho, el presidente ruso, Vladímir Putin, anunció que suministrará a Minsk misiles tácticos Iskander-M, los que ha empleado en Ucrania.