REINO UNIDO POLÍTICA
Los laboristas proponen una moción de censura para expulsar a Johnson
Su exministro de Finanzas, cuya dimisión provocó la crisis, optará a sustituirlo
Varios conservadores buscan fórmulas para acelerar su salida.
El líder del opositor partido Laborista británico, Keir Starmer, aseguró ayer que no tiene intención de respetar la hoja de ruta establecida por el Gobierno británico sobre la salida del poder del primer ministro, Boris Johnson, y anunció que pedirá una moción de censura para echarle ya y propondrá elecciones generales para impedir que el Partido Conservador elija directamente a su sustituto. “No tiene sentido que un primer ministro sea obligado a abandonar el cargo por sus propios ministros, y que estos ministros quieran seguir trabajando a sus órdenes durante dos meses”, aseveró. También diversos miembros relevantes del partido Conservador están inquietos ante la idea de que Johnson se mantenga en el cargo y están también explorando fórmulas diversas para que su permanencia al frente del Gobierno sea lo más breve posible.
Mientras, la carrera para suceder al polémico premier al frente de los tories va sumando nuevos nombres, aunque todo apunta a que su elección se pospondrá al menos hasta después del verano. Entre los últimos en sumarse figuran el titular de Transporte, Grant Shapps, y el del exministro de Finanzas Rishi Sunak, quién el martes abandonó su cargo, en coordinación con el ministro de Sanidad, Sajid Javid, desencadenando una cascada de decenas de dimisiones en los dos días posteriores. Otros titulares como el de Defensa, Ben Wallace, podrían también dar el paso.
Nueva polémica por la celebración de su boda en un edificio oficial? El primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, y su mujer, Carrie Symonds, se han visto obligados a suspender la fiesta que tenían previsto celebrar este mes en la residencia oficial de Chequers , una casa de campo situada en el suroeste de Inglaterra, con motivo de su reciente boda. La oposición cargó contra el premier asegurando que uno de los motivos de peso por los que se negaba a toda costa a abandonar el 10 de Downing Street era porque quería seguir gozando de estas instalaciones oficiales y celebrar allí el evento.
