ASÍA DEL SUD CAOS POLÍTICO
Calma en la capital de Sri Lanka tras las protestas ciudadanas
La capital de Sri Lanka amaneció ayer con calles prácticamente vacías, tiendas cerradas, y el recuerdo de las decenas de miles de personas que se congregaron el sábado e irrumpieron en edificios oficiales para exigir la dimisión del presidente, Gotabaya Rajapaksa. El dirigente, acusado desde hace meses por los manifestantes de gestionar mal la crisis económica que azota el país isleño, anunció que dimitirá el próximo miércoles, según informó el presidente del Parlamento, Mahinda Yapa Abeywardena. Horas antes, el primer ministro desde hace apenas dos meses, Ranil Wickremesinghe, aseguró también que dimitirá y llamó a la formación de un Gobierno de unidad nacional.
Miles de personas irrumpieron en las residencias oficiales de Rajapaksa, dejando imágenes de manifestantes bañándose en su piscina y recorriendo los dormitorios de la mansión, y de Wickremesinghe, cuya casa privada fue incendiada. Mientras, la UE hizo un llamamiento a una transición “pacífica, democrática y ordenada”.