CASA REAL POLÉMICA
El emérito cumple dos años fuera de España con su regreso en el aire
El archivo de la Fiscalía de las causas contra él podría facilitar su vuelta, a pesar de las reticencias de su hijo y el Gobierno || La justicia británica todavía le investiga
El rey emérito Juan Carlos I cumplió ayer dos años desde que decidió marcharse del España rumbo a Emiratos Árabes –donde mantiene su residencia de “forma permanente y estable”– por los escándalos financieros que protagonizó. Tras su salida de España, la Justicia investigó a Juan Carlos por el presunto cobro comisiones por la adjudicación del AVE a La Meca, por el supuesto uso de tarjetas ‘black’ sufragadas por empresario mexicano, y por la fortuna que habría ocultado en la isla de Jersey. Sin embargo, la Fiscalía Anticorrupción archivó en marzo estas tres causas por prescripción o por su inviolabilidad como monarca.
Paralelamente, la justicia británica, que considera que el monarca no goza de inmunidad, mantiene actualmente abierta una investigación contra él por el presunto acoso a su examante Corina Larsen. Con el plano judicial “limpio” en España, el monarca no ha dado pistas de cuando pretende normalizar su situación en el país que reinó. De hecho, sigue alojado en Abu Dabi como huésped del príncipe heredero, Mohammed bin Zayed al Nahya.El pasado 20 de mayo regresó a España, en un viaje de tres días en el que participó en una regata en Sanxenxo y pudo reunirse con su hijo, Felipe VI.
Fue recibido entre vítores y reproches. Su visita creó gran expectación mediática y reavivó el debate sobre su regreso. A pesar de las críticas, el emérito no dio explicaciones sobre su situación, y tampoco se disculpó por los escándalos que ha protagonizado.
Tras reunirse con su hijo, la Casa Real rompió su silencio e insinuó en una nota que Juan Carlos I podría “residir en España en un futuro”, un deseo que el ex jefe de Estado hizo saber a Felipe VI en una carta el 5 de marzo. Sin embargo, el texto no hacía alusión a la exigencia de Moncloa de que el monarca rinda cuentas por sus escándalos.El futuro del emérito permanece ahora en el aire, con las fuerzas políticas dividas. Mientras Podemos y el resto de partidos que apoyan al Gobierno reprochan al PSOE que contribuya a blindar la monarquía y a garantizar su inviolabilidad, los grupos de la derecha defienden la vuelta del monarca tras el archivo de las causas contra él.