PANORAMA
Emotivo aniversario del 17-A
Barcelona recuerda a las víctimas de los atentados en las Rambles y Cambrils, que dejaron 16 muertos || Los afectados siguen denunciando, cinco años después, el abandono de las instituciones
Las Rambles de Barcelona fueron ayer el escenario de un emotivo aniversario, al recordar a las 16 víctimas mortales y 140 heridos del mayor atentado yihadista en Catalunya, hace cinco años. Hoy tendrá lugar otro en Cambrils. El acto institucional, organizado por el ayuntamiento de Barcelona y celebrado en el memorial que se instaló en el Pla de l’Ós de las Rambles, donde el terrorista Younes Abouyaaqoub, que días después del 17-A sería abatido por los Mossos en un campo de Subirats, detuvo la furgoneta con la que atropelló a decenas de viandantes que caminaban por las Rambles.
El homenaje apenas duró quince minutos, no incluyó discursos políticos, y fue conducido por la escritora Fàtima Sabeh. Participaron familiares de las víctimas y representantes de instituciones, como el president de la Generalitat, Pere Aragonès, la alcaldesa, Ada Colau, o los ministros Miquel Iceta y Raquel Sánchez. La socialista Assumpta Escarp representó al Parlament al estar suspendida su presidenta, Laura Borràs, que fue relegada a la cuarta fila.
Saheb recordó la frase que luce en el memorial con una placa incrustada en el suelo ‘Que la paz te cubra, oh ciudad de paz’, mientras la coral sinfónica Vozes adornaba la ceremonia con piezas musicales, como el Cant dels Ocells, el oficioso himno a la paz de Pau Casals.El acto finalizó con un minuto de silencio –que se vio empañado por gritos de protesta de un grupo de manifestantes, lo que tensó el ambiente y molestó a los afectados–, y dio protagonismo a los familiares, que fueron los primeros en depositar claveles blancos en el Pla de l’Os. Algunas víctimas denunciaron de nuevo el abandono institucional y lamentaron que solo un tercio de los afectados que han sido reconocidos como tales por la Justicia han sido indemnizados. Además de daños físicos, gran parte de los presentes durante los atentados del 17-A han sufrido daños y secuelas psicológicas.
Cambrils homenajeará hoy a las víctimas ante el Memorial por la Paz, lugar en el que la madrugada del 18 de agosto de 2017 se perpetró el ataque que acabó con una muerta, 7 heridos y 5 terroristas abatidos.
La conexión del comando terrorista con Daesh, todavía una incógnita
El comisario de la Jefatura de los Mossos d’Esquadra, Eduard Sallent, señaló ayer que una de las incógnitas que quedan por resolver de los atentados de Barcelona y Cambrils es si los miembros del comando yihadista pertenecían directamente al Daesh, y dijo que en la actualidad el eventual riesgo es “un atentado poco planificado, de una persona radicalizada”, lo que hace más difícil la prevención y la detección. En este sentido, puso en valor la importancia de la colaboración entre cuerpos policiales, que, aseguró, ha mejorado tras el 17-A.El conseller de Interior, Joan Ignasi Elena, apuntó que el riesgo de atentado terrorista todavía existe, aunque es menor que hace unos años.
Según dijo, los Mossos han intensificado el seguimiento y la investigación de sospechosos y el riesgo por este tipo de sucesos ha disminuido en los últimos años.
“Después de cinco años luchando, mi familia me necesita a su lado”
El padre Xavi, el niño de tres años de Rubí vinculado a Llimiana que murió en el atropello de las Rambles el 17 de agosto de 2017, Javier Martínez, no participó ayer en los actos en recuerdo de las víctimas de los atentados. “Os pido disculpas, pero después de cinco años luchando por la verdad, y por todos nosotros, mi familia me necesita a su lado.
El desgaste emocional pasa factura”, escribió en su perfil de Twitter.En el acto institucional de ayer había familiares de víctimas de todo el mundo. Una de las imágenes más conmovedoras fue la de la familia de Julian Cadman, un niño australiano que tenía siete años cuando murió en el ataque de Barcelona. La madre, con muletas por las secuelas que todavía sufre por el atentado, participó en la ofrenda floral y allí dipositó una figura del superhéroe Iron Man, que quedó alzado entre claveles blancos.