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«Mi madre vino conmigo a Lleida, pero volvió por nostalgia a Ucrania»

Más de 1.800 ucranianos han recibido protección en las comarcas leridanas

Imatge d'arxiu de la preparació d'un enviament d'ajuda a Ucraïna a l'església de la Sang de Lleida.

Imagen de archivo de la preparación de un envío de ayuda a Ucrania en la iglesia de la Sang de LleidaJordi Echevarria

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Más de 1.800 personas desplazadas por la guerra en Ucrania han recibido en Lleida la protección temporal que el Gobierno español les otorga como refugiados. A mediados de este mes eran 1.860, según los útlimos datos del ministerio de Interior. Al sufrimiento de los hombres y mujeres forzados a abandonar su país ante la invasión rusa, se suma el de más de tres mil personas que ya vivían en las comarcas leridanas cuando estalló el conflicto. Tanto los refugiados como los ucranianos que ya vivían en Lleida han pasado seis meses de preocupación, tratando de mantener el contacto con familiares y amigos y viendo con impotencia las imágenes de bombardeos.

Inesa Shevchenko vive desde hace años en Lleida y la invasión rusa la sorprendió mientras planificaba su primera viaje a Ucrania tras dos años en que no pudo visitar su país debido a las restricciones por la Covid. Llamadas telefónicas frecuentes la mantienen en contacto consus familiares en su país natal. Su madre accedió a trasladarse a vivir con ella y pasó algunos meses en Lleida. Sin embargo, decidió regresar a Ucrania hace unas semanas, movida por la nostalgia. “Tenía muchas ganas de volver”, dice.

“Desde entonces hemos seguido hablando por teléfono varias veces al día. Me dice que Rusia aumenta los bombardeos por el 31 aniversario de nuestra independencia”, explica. “También me cuenta que la gente está mucho más unida que al principio de la invasión”, añade, y se muestra convencida de la victoria de los ucranianos.

La solidaridad con el pueblo ucraniano se manifiesta en los grupos de apoyo que se han formado desde la llegada de los primeros refugiados. Varios traductores se han ofrecido para ayudar a quien lo necesit y la Paeria ha agilizado trámites para que no tengan que pedir cita previa para trámites burocráticos. La comunidad agradece al ayuntamiento la cesión de un espacio en Pardinyes para hacer clases de español y catalán, y también para que los niños jueguen. “Estamos muy agradecidos con todos los voluntarios que nos ayudan, como un chico de 17 años que imparte clases de gimnasia.” Aún así, lamentan que a partir de mediados de septiembre solo puedan disponer del local durante unas horas en tres días de la semana. “Ese espacio es muy importante para nuestro bienestar”, asegura una voluntaria ucraniana que lleva más de quince años en Lleida.

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