Aragonès defiende el papel de una Catalunya independiente en la UE

El president de la Generalitat, Pere Aragonès, defendió ayer el papel que podría desempeñar una Catalunya independiente dentro de la Unión Europea. Lo dijo en un debate en París organizado por la patronal francesa Medef, en el que subrayó que “nuestro modelo tiene sentido en una Unión Europea donde los estados cooperen cada vez más”. Se refirió así a aspectos como el desarrollo de la autonomía tecnológica, al progreso energético –con interconexiones y la producción de energías renovables, así como la apuesta por el hidrógeno o el MidCat–, y la gestión de una sociedad como la catalana, que definió como “plural y diversa”.Opinó que la solución al conflicto entre Catalunya y el Estado debe salir de la mesa de diálogo con el Gobierno central, y no de la intervención de las instituciones europeas.

También reivindicó el “federalismo europeo” y añadió que “sueña” con que Catalunya pueda formar parte de unos “Estados Unidos de Europa” como miembro de pleno derecho.También reivindicó la voluntad del Govern de celebrar un referéndum acordado con el Ejecutivo central sobre la independencia de Catalunya en el que “las dos partes se comprometan a aceptar el resultado” de la consulta. Además, recordó que desde hace un año se ha “retomado el proceso de negociación entre la Generalitat y el Gobierno central para encontrar una solución al conflicto político”.Dijo que en octubre de 2017 se celebró un referendo no acordado con Moncloa que llevó a un “proceso judicial que afectó y comportó el exilio del que era president de la Generalitat –Carles Puigdemont– y cárcel para miembros de su gobierno por la organización del referéndum”, por lo que insistió en la necesidad de hallar una solución que pase por la negociación. Además, remarcó que desde 2012 “hay mayorías absolutas en el Parlament de diputados a favor de la independencia”.En la mesa redonda también participaron el ex primer ministro francés Bernard Cazeneuve; el presidente de Córcega, Gilles Simeoni; y la vicepresidenta de Guadalupe, Marie-Luce Penchard.

Simeoni se solidarizó con Catalunya, aunque admitió la distancia entre las realidades catalana y la de Córcega. Por su parte, Cazeneuve subrayó que “solo hay un pueblo francés” y rechazó la “violencia” en todo proceso de diálogo

«Hemos tenido problemas en el reconocimiento del catalán y en la gestión de nuestros recursos»«Nuestro proyecto tiene sentido en una UE donde los estados deben cooperar cada vez más»«Creemos que la independencia es la mejor forma de gestionar la sociedad catalana»

Pere Aragonès pidió ayer a los consellers del Govern que son miembros de Junts que hagan “propuestas concretas” sobre “la resolución del conflicto político con el Estado español”. Lo hizo durante la reunión del Consell Executiu, que ayer volvió a celebrarse después del parón por las vacaciones.

Lo explicó la portavoz del Govern, Patrícia Plaja, que anunció que Aragonès ha emplazado a los consellers a trasladar sus peticiones a “los órganos que ya existen de coordinación” entre ERC y Junts. El mensaje de Aragonès llegó después de que sus socios de Govern anunciaran el lunes los resultados de la auditoría que han hecho del cumplimiento del pacto para gobernar con los republicanos y haya “suspendido” en el avance en el eje nacional. “No podemos seguir así”, advirtió el secretario general de la formación, Jordi Turull.Al respecto, Plaja consideró que se está cumpliendo el pacto de Govern, y aseguró, sobre el primer año de legislatura, que, “con los datos en la mano, es más que correcto y se ha dado respuesta a los objetivos”.La portavoz insistió en que el Govern quiere seguir trabajando para avanzar en el camino hacia la independencia de Catalunya, ya que es un objetivo compartido por ERC y Junts y, aunque reconoció que “ni es fácil ni está cerca”, aseguró que la voluntad es conseguir un referéndum vinculante.Con respecto a la negociación con el Gobierno central para resolver el conflicto político, la portavoz del Executiu advirtió que el diálogo “no está avanzando al ritmo deseado”, aunque Patrícia Plaja sostuvo que las relaciones con Moncloa “no están normalizadas”.