Ucrania dice que ha liberado tres mil kilómetros cuadrados en el este

Ucrania ha tomado la iniciativa en la guerra con sus contraataques en el sur y el este del país y, tras cambiar la situación en el frente, después de un verano de combates posicionales en el Donbás, se prepara para continuar la ofensiva. Las Fuerzas Armadas de Ucrania afirmaron ayer que, en lo que va de mes, ya han “liberado” más de 3.000 kilómetros cuadrados del territorio tomado por las tropas rusas, fruto de una contraofensiva que tiene como principal foco la región de Járkov. Por su parte, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, auguró en su intervención en la 17 reunión de la Estrategia Europea de Yalta una “rápida desocupación” del país en este invierno ya que los rusos “están huyendo en algunas direcciones”.

Asimismo, aseguró que “para ello nuestro ejército precisa un suministro sistemático de los tipos de armas necesarios”. Para Zelenski, “este invierno es un punto de inflexión y puede llevar a una rápida desocupación de Ucrania. Si fuéramos un poco más fuertes con las armas, podríamos desocupar más rápido”.Por el contrario, el Ministerio de Defensa ruso reconoció el repliegue de sus tropas en algunas zonas aunque no lo atribuye a derrotas militares sino a razones tácticas.

Moscú, de hecho, informó ayer que sus fuerzas han logrado evitar que el “enemigo” se abriese paso en una de las líneas de defensa. El Ministerio de Defensa ruso también se refirió a la situación en la central nuclear ucraniana de Zaporiyia, donde Ucrania y Rusia se acusan mutuamente de los ataques. Desde el pasado 1 de septiembre la planta y Energodar, la ciudad aledaña, se sometieron a 26 ataques de artillería por parte de las fuerzas ucranianas, aseguran.

A consecuencia del fuego dirigido contra una subestación de transformadores el 6 de septiembre y la línea de alto voltaje el 8 de septiembre, la cuidad quedó sin electricidad en dos ocasiones. En ese contexto, las autoridades rusas detuvieron ayer el último reactor que continuaba operativo en esta instalación energética debido a la persistencia de ataques contra la planta nuclear.