CONFLICTO BÉLICO EUROPA DEL ESTE
El entorno de Putin exige una movilización total ante el avance de Kyiv
El líder comunista admite que están en guerra
El repliegue ruso de la región ucraniana de Járkov, que limita con el Donbás, ha abierto una nueva fase de la guerra en la que el Ejército ucraniano ha toma las riendas de las acciones militares tanto en el este como en el sur del país y ha hecho que el entorno cercano del presidente Vladímir Putin alce la voz para pedir una movilización total en Rusia. “El movimiento de nuestras tropas continúa”, afirmó ayer el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, asegurando que en lo que va de mes el Ejército ha liberado “más de 6.000 kilómetros cuadrados de territorio” en el este y el sur del país. El objetivo de las fuerzas de Kyiv, dijo, es proseguir con la contraofensiva hasta retomar por completo la provincia oriental, donde Rusia ya solo controla una pequeña franja, que limita con la región de Lugansk.
En su retirada, el Ejército ruso dejó los territorios sembrados de minas y cadáveres, según el Estado Mayor General ucraniano, que explicó que no dejarán a los ciudadanos volver hasta que el territorio esté limpio.
El Gobierno ucraniano afirma que ya han liberado más de 6.000 kilómetros cuadrados de territorio
Por su parte, el ministerio de Defensa ruso, que se negó a reconocer la retirada de Járkov, afirmó que sus fuerzas de misiles y de artillería lanzan ataques “masivos” en todas las direcciones operativas, incluido en el este y el sur. La reciente victoria ucraniana ha llevado a primer plano el tema de una amplia movilización en Rusia y reavivado las polémicas al respecto, además de haber hecho florecer las primeras críticas abiertas en el país contra la gestión del presidente, Vladímir Putin. El líder del partido comunista ruso, Guennadi Ziugánov, admitió que la “operación militar especial” en Ucrania se ha convertido ya en una guerra, por lo que es necesario movilizar todos los recursos del país.