POLÍTICA ECONÓMICA
Bruselas prevé recaudar 140.000 millones al gravar el beneficio extra de las energéticas
Defiende una “contribución solidaria” de estas empresas, y el dinero permitiría a los Estados ayudar a los hogares vulnerables || Además, anuncia topes de precios a las renovables y ahorros obligatorios
Ahorrar luz, limitar ingresos de las eléctricas y reducir los beneficios extraordinarios de las energéticas son las tres medidas temporales y urgentes que ayer presentó la Comisión Europea para afrontar la escalada de precios de la energía en la UE. Ante los eurodiputados, la primera dama de Ucrania, Olena Zelenska, invitada de honor, y la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, la jefa del Ejecutivo comunitario, Ursula von der Leyen, anunció que este nuevo impuesto servirá para recaudar más de 140.000 millones de euros que se destinarán a aliviar los costes de hogares y empresas con medidas diseñadas por los estados. Propuso fijar un impuesto del 33% sobre los beneficios extraordinarios de las empresas productoras de energía que usen combustibles fósiles, además de pedir a los estados reducir su demanda eléctrica un 10%, con un recorte de al menos el 5% en las horas de mayor consumo.
El nuevo impuesto, que llamó “contribución de solidaridad”, se aplicará sobre todo beneficio en el año 2022 superior al 20% de las ganancias medias de los últimos tres años, aunque la propuesta deja margen a los países para que adopten un tipo incluso superior. Von der Leyen también pretende limitar el precio del megavatio hora a 180 euros en el mercado marginalista para las energías con bajos costes de producción para la generación eléctrica, como las renovables o la nuclear, ya que en condiciones normales obtenían unos ingresos menores. Este paquete de medidas, que los ministros de Energía de la UE podrían aprobar el día 30, deja fuera la idea de establecer un límite al precio del gas ruso por gasoducto.
Von der Leyen también anunció la creación de un Banco Europeo de Hidrógeno, que busca reducir la dependencia gasística con el exterior y para el cual se invertirán 3.000 millones de euros.Reivindicó estas medidas como un ejercicio de solidaridad con Ucrania frente a la invasión rusa, y dijo: “Esto no es solo una guerra de Rusia contra Ucrania, es contra nuestra energía, nuestra economía, nuestros valores y nuestro futuro”. El presidente ruso, Vladímir Putin, se enfrenta a crecientes presiones para que revise su estrategia en Ucrania tras la humillación que ha supuesto la retirada del noreste de Ucrania para halcones y nacionalistas, que creen que la “operación militar especial” puede terminar en desastre. Los expertos militares occidentales creen que el Ejército ruso no dispone de suficientes recursos humanos para soportar una guerra de desgaste, ahora que la “operación relámpago” se ha estancado.
Mientras, en un gesto destinado a levantar el ánimo tanto de las tropas como de la población, su homólogo ucraniano, Volodímir Zelenski, participó ayer en una ceremonia en la que la bandera de Ucrania fue izada en Izium, localidad crucial estratégicamente para las tropas rusas, y felicitó a los soldados que habían tomado parte en la liberación.Sin embargo, pese al éxito de la contraofensiva de Kyiv, el Kremlin aseguró que las garantías de seguridad que reclama Ucrania como paso previo a la búsqueda de una solución negociada al conflicto suponen “una amenaza” para la seguridad de Rusia. Putin examinará esta semana la solidez de su alianza con China, ya que el presidente del gigante asiático, Xi Jinping, viajó ayer a Uzbekistán para reunirse con su homólogo ruso. Es la primera vez que Xi sale de su país desde 2020, cuando estalló la pandemia.Por otra parte, el secretario general de la ONU, António Guterres, dijo conversar con Putin que “sería ingenuo pensar que estamos cerca de la posibilidad de un acuerdo de paz”.
En otro orden de cosas, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, viajó ayer a Kyiv junto a la primera dama del país, Olena Zelenska, que ayer estuvo en el Parlamento Europeo.
Rifirrafe entre Sánchez y el PP por las eléctricas
El presidente del Gobierno central, Pedro Sánchez, y el PP volvieron a protagonizar ayer un nuevo rifirrafe en el Congreso por las medidas tomadas a raíz de la crisis energética. Sánchez acusó a los populares de defender el “programa de las energéticas”.
Por su parte, la secretaria general del PP, Cuca Gamarra, le respondió que solo está centrado en la “resistencia” en Moncloa y le acusó de estar alejado de la gente. Por otra parte, el PP vio con buenos ojos el nuevo impuesto europeo a los beneficios de las eléctricas, aunque había votado en contra de la iniciativa del Gobierno de coalición en el Congreso, que tildó de “chapuza”.