La Unión Europea aprueba la reducción obligatoria del 5% del consumo energético en horas punta

Los ministros de Energía de la Unión Europea (UE) han cerrado este viernes un acuerdo para tirar adelante el primer paquete de medidas urgentes para rebajar la factura de la luz. El paquete incluye la reducción obligatoria del consumo eléctrico del 5% en horas punta y la voluntaria de un 10% total, así como uno impuesto a los beneficios extraordinarios de las empresas de hidrocarburos y la fijación de un tope de 180 euros por MWh a las tecnologías inframarginales -nuclear, renovables y lignito-, que producen con bajos costes y pueden aprovechar la situación actual para alcanzar grandes beneficios. El tope al precio del gas queda fuera de este paquete.

Se trata de la primera gran reacción comunitaria a la crisis por el aumento del precio de la energía. Antes, los 27 ya habían pactado una reducción voluntaria del 15% del consumo de gas y llenar los depósitos con vistas al invierno. El almacenaje se encuentra ya en el 88,17%.

Para hacer la reducción de la demanda acordada por los 27, los estados tendrán que identificar el 10% de sus horas punta entre el 1 de diciembre y el 31 de marzo del 2023 a las que aplicar la reducción. Serán los estados también los que tendrán que decidir las medidas a aplicar para alcanzar estos objetivos. Los 27 también serán los encargados de definir las medidas para recaudar y redistribuir los beneficios extra de las energéticas hacia los consumidores. La medida incluye una "cierta flexibilidad" para adaptarla a las circunstancias de cada estado. Por ejemplo, incluye la posibilidad de fijar un límite más alto a los ingresos y de diferenciar entre tecnologías, entre otros.

Con respecto al impuesto sobre los hidrocarburos, los titulares de Energia han acordado que sea obligatorio y que se calcule sobre los beneficios imponibles que sean más de un 20% superiores a los de la media desde el 2018. Este nuevo gravamen será compatible con otros que ya apliquen los estados miembros, que también pueden mantener impuestos que sean equivalentes al pactado a nivel europeo.

Estas medidas, que el acuerdo apunta que son "temporales y extraordinarias", se aplicarán durante un año desde el 1 de diciembre. La de reducción de la demanda energética será hasta el 31 de marzo y el tope a los beneficias extraordinarios hasta el 30 de junio del 2023. Se prevé que la regulación se adopte de manera formal a principios de octubre para que entre inmediatamente en vigor.

Una de las cuestiones que se mantiene sobre la mesa, aunque sin previsión de acuerdo inmediato, es el tope al precio del gas. 15 estados miembros, entre los cuales están España, Francia e Italia, piden establecer un límite, pero Bruselas rechaza por ahora esta opción y únicamente defiende fijar un tope a las importaciones de gas ruso. También se oponen al tope al precio del gas Alemania, los Países Bajos, nórdicos y Austria.