PANORAMA
La ciudadanía responde a la división
Miles de ciudadanos reclaman, en varias capitales, aplicar el resultado del referéndum del 1-0 || Los convocados enfatizan su alejamiento de las instituciones y partidos soberanistas
A pesar de la división entre los partidos y entidades independentistas y la creciente desafección política de la ciudadanía, miles de catalanes acudieron ayer a los actos y manifestaciones convocados en toda Catalunya con motivo del quinto aniversario del referéndum del 1 de octubre de 2017. Reclamaron el derecho a la autodeterminación y recordaron la movilización civil que se llevó a cabo para hacer el cónclave a pesar de las cargas policiales de los cuerpos policiales del Estado. En la plaza Sant Jaume de Barcelona, frente al Palacio de la Generalitat, la ANC levantó un muro formado por 245 urnas del referéndum, como “símbolo de la distancia entre la gente y las instituciones”.
Cientos de personas reclamaron al Govern que haga efectiva la independencia y exigieron la dimisión del president, Pere Aragonès. La presidenta de la ANC, Dolors Feliu, pidió a Junts y ERC “un plan para la independencia”, e insistió en que, de no cumplirse, volverán a pedir la convocatoria de elecciones y presentarán una lista cívica.En Girona, un centenar de personas “liberaron” la ciudad del Estado en un acto simbólico. Cuatro manifestantes, completamente vestidos de blanco y luciendo mascarillas para ocultar los rostros, se subieron al balcón del ayuntamiento, colocaron una pancarta donde se leía “Girona liberada” y leyeron un manifiesto donde recordaron que “la independencia la tiene que hacer el pueblo”.
Unas 300 personas se manifestaron por las calles de la ciudad en un acto distinto, que terminó con la quema de un muñeco de paja con el rostro de Aragonès. Las concentraciones llegaron incluso a Bruselas. Una comitiva de personas –entre ellas la eurodiputada de Junts Clara Ponsatí y la expresidenta de la ANC Elisenda Paluzie– se concentró ante el Parlamento Europeo.
También se celebraron actos a modo de reivindicación en Lleida (ver Páginas 10 y 11) y en ciudades como Tarragona, Granollers y Mataró.