Junts deja en manos de sus bases su futuro en el Executiu tras fracasar las negociaciones

“¿Quieres que Junts continúe formando parte del Govern de Catalunya?”. Esta es la pregunta que la formación juntista lanzará a su militancia después de que las negociaciones exprés mantenidas con ERC para salvar la coalición de Govern acabaran en saco roto. Así lo decidió la cúpula del partido que colideran Jordi Turull y Laura Borràs en un cónclave en el que los diferentes sectores del partido exhibieron sus diferencias con respecto a su continuidad en el Executiu.

En este sentido, algunos consellers como Jaume Giró, Violant Cervera o Victoria Alsina, que ayer formalizó su militancia en Junts, defendieron la necesidad de seguir dentro del Govern. No obstante, y a pesar de que el partido juntista ya hacía semanas que se debatía entre la continuidad en la Generalitat o no, finalmente se optó de forma casi unánime por dejar esta decisión en manos de sus bases. Así, unos 6.400 afiliados–aquellos que lleven militando mínimo seis meses y estén al corriente de pago– podrán votar entre el jueves el viernes si optan por salir del Executiu, quedarse o votar en blanco.

Turull lamentó que el president, Pere Aragonès, no haya hecho “ninguna contrapropuesta” a las ofertas que Junts le hizo llegar durante el fin de semana y que rechazó. “Nosotros hemos bajado dos o tres escalones, pero no hemos visto ningún gesto por parte de ERC”, aseguró respecto a sus demandas. El viernes Junts trasladó a Aragonès una propuesta inicial que incluía como condiciones para cerrar la crisis la unidad de acción en Madrid, que en la mesa de diálogo se hable de autodeterminación y amnistía y que vuelva a haber un espacio para fijar la estrategia del independentismo.

También la restitución de Jordi Puigneró como vicepresident de la Generalitat. El domingo, no obstante, envió una nueva en la que la exigencia de restituir a Puigneró había desaparecido y también fue suprimida la idea de que el “espacio de coordinación, consenso y dirección estratégica del independentismo” –similar al Estado Mayor– estuviese coordinado por el Consell per la República, que lidera el expresident Carles Puigdemont. En cuanto a la mesa de diálogo, JxCat también rebajó sus posiciones: Turull renunciaba a formar parte de la delegación propuesta por su partido y acotaba los nombres a “miembros del Govern y de los grupos parlamentarios”.

Turull, no obstante, no cerró la puerta a un posible acuerdo de última hora con Esquerra Republicana si hay “alguna novedad extraordinaria”. Por ahora la formación juntista no tiene previsto votar este jueves a favor de la petición para que Aragonès se someta a una cuestión de confianza antes de que termine 2022 que solicitó la CUP en el Parlament

Vilalta recuerda a los de Borràs y Turull que el pacto de investidura de Aragonès sigue vigente

ERC está preparado para una ruptura total del Govern, que está pendiente de un hilo. Así lo aseguró ayer su portavoz, la leridana Marta Vilalta, que dijo que la formación está ya “preparada para todo tipo de escenarios, incluido quedarse solos al frente de la Generalitat”.

La republicana aseguró que lo que Catalunya necesita ahora en un Govern “fuerte y estable” y, en este sentido, señaló que “hay una parte de Junts que ha trabajado por romperlo desde el inicio de la legislatura”. Para ilustrarlo, la portavoz puso ejemplos, como la amenaza de una cuestión de confianza, la auditoría “unilateral” del cumplimiento del acuerdo de investidura o el anuncio de una consulta a la militancia sobre la continuidad en el Executiu. Todo ello, asegura, son “deslealtades” y los considera hechos “inauditos”.

De hecho, consideró que la propuesta para negociar el futuro del Govern que les hizo Junts es “una excusa” y recordó que los acuerdos entre ambos partidos “ya existen”. Pese a estas duras críticas contra los socios de la coalición, ERC aún confía, según Vilalta, en que el partido juntista “cambie de actitud” y la situación pueda reconducirse ante de llegar a un punto de no retorno. Con todo, insistió en que ERC está preparada para todo porque Catalunya “no puede permitirse” ir a una etapa de interinidad ni elecciones anticipadas porque, dijo, no sería útil para la gente.

El PSOE cree que la crisis debilita a la Generalitat en “tiempos difíciles”

El secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, afirmó ayer que Catalunya necesita estabilidad y un gobierno fuerte que pueda hacer frente a la difícil situación económica y el actual no lo es, en referencia a la división de los dos socios independentistas, ERC y Junts. Además, añadió que quien mejor representa esta fortaleza es el líder del PSC, Salvador Illa.Por otro lado, los comuns instaron al president Pere Aragonès a tomar el control y decidir antes del jueves sobre la continuidad de Junts en el Executiu. “No puede quedarse en la sala de espera mientras Junts decide qué quiere ser y hacer”, aseveró su portavoz, Joan Mena.