El Camp de Tarragona acogerá este miércoles el mayor simulacro de riesgo químico hecho nunca en Catalunya

Cinco municipios del Campo de Tarragona participarán este martes en el simulacro de accidente químico mayor que se ha hecho nunca en Catalunya. Hasta 65.000 personas de Tarragona, Vila-seca, la Canonja, Salou y Reus están llamadas a participar. La hipótesis de siniestro será un escape de cloro en una empresa del polígono petroquímico sur, que tendría un radio de alcance de tres kilómetros. La prueba empezará a las seis de la tarde y en las 18.30 horas sonarán las sirenas de riesgo químico. Es entonces cuando está previsto que las personas que se encuentren dentro de la zona de influencia tendrán que recibir una alerta en su teléfono móvil. Se trata de un sistema que se estrenará por primera vez en Catalunya y que gestiona el Estado.

De las 45 sirenas que Protección Civil tiene en torno a los polígonos petroquímicos sonarán 20, las que cogen el ámbito de incidencia del falso accidente. En concreto, las zonas que participarán en el simulacro son los barrios de Ponent de Tarragona, las urbanizaciones Covamar i Mirador de Salou, una parte de un polígono industrial de Reus y toda la población de la Canonja y Vila-seca (núcleo urbano y el Pinar).

Uno de los objetivos de hacer la prueba por la tarde es ver cómo reaccionan tanto algunos comercios como las actividades extraescolares. Desde Protección Civil han reconocido que no saben qué porcentaje de la población reaccionará positivamente al simulacro y al confinamiento, pero que aspiran a que las empresas bajen las persianas. Los responsables del cuerpo han apuntado que algunas empresas grandes, como PortAventura o algunas petroquímicas, se han comprometido a activar el plan de autoprotección y simular el confinamiento. Aparte, también habrá complicidad por parte de cadenas de supermercados y establecimientos de pequeño comercio de barrio. Eso tiene que permitir que los ciudadanos que a aquella hora estén en la calle puedan confinarse rápidamente.

Desde Protección Civil han recordado que en caso de que se produjera una nube tóxica una persona que se confinara en casa con puertas y ventanas cerradas reduciría a tan sólo un 10% los efectos de la toxicidad; mientras que si las ventanas del domicilio estuvieran abiertas el nivel se incrementaría hasta el 30%. Además, también haría falta apagar los aparatos de climatización e intentar evitar quedarse en un coche. En el caso del simulacro de este martes, se ha instado a los usuarios del transporte público a que bajen del vehículo e intenten encerrarse en un edificio. Una medida que también es recomendable para los conductores de vehículos privados.