GALARDONES RECONOCIMIENTO HUMANITARIO
Los ganadores del Nobel de la Paz denuncian la “guerra loca de Putin”
Un activista bielorruso y una institución rusa y otra ucraniana reciben el premio por su labor || Destacan el papel de la sociedad civil ante los abusos de poder
El bielorruso Ales Bialiatski, representado por su esposa, Natallia Pinchuk; la directora del ucraniano Centro para las Libertades Civiles, Oleksandra Matviychuk; y Jan Rachinski, representante de la organización rusa Memorial, defendieron ayer la labor de la sociedad civil y atacaron a Rusia al recibir el Nobel de la Paz en el ayuntamiento de Oslo. Los tres galardonados coincidieron en denunciar lo que definieron como la “guerra loca de Putin”. Bialiatski y las otras dos organizaciones fueron reconocidos por “promover el derecho a criticar al poder y proteger los derechos fundamentales de los ciudadanos”, a la vez que por su esfuerzo por documentar crímenes de guerra y abusos de derechos humanos.La ucraniana Oleksandra Matviychuk acusó a Rusia de atacar de forma deliberada a civiles para frenar su resistencia e invadir Ucrania.
La activista, que se opuso a la negociación con Moscú, aseguró que en su país hay una lucha entre “autoritarismo y democracia”, y reclamó un cambio en el sistema de seguridad internacional, así como de justicia, para poder juzgar crímenes de guerra cometidos por grandes potencias. “Tenemos que establecer un tribunal internacional y llevar a Putin, Lukashenko y otros criminales de guerra a la justicia. Tenemos que demostrar que el estado de derecho funciona y la justicia existe, aunque sea con retraso”, afirmó.Entretanto, el representante de Memorial, entidad disuelta por el Tribunal Supremo ruso por supuestamente presentar una imagen negativa de la Unión Soviética al denunciar sus crímenes, afirmó que “hoy en día el número de presos políticos en Rusia es superior al total en toda la URSS al comienzo del período de la perestroika, en la década de los ochenta”.
Entretanto, la esposa de Bialitski, que está encarcelado en Bielorrusia desde 2011, sostuvo que “Ales y todos nosotros sabemos lo importante y arriesgado que resulta cumplir la misión de los derechos humanos, especialmente en el tiempo trágico de la agresión de Rusia contra Ucrania”. No obstante, resaltó que el Nobel da “esperanza” a los bielorrusos de que puedan contar con la solidaridad del “mundo democrático”.