Moncloa descarta reunir la mesa de diálogo en breve

El Gobierno español da por hecho que la mesa de diálogo entre Moncloa y el Executiu no se va a reunir en las próximas semanas. El Ejecutivo que lidera Pedro Sánchez afronta un ejercicio complicado, en el que espera agotar la legislatura y llegar con fuerza a las elecciones locales y autonómicas de mayo. Además, tras la aprobación de la reforma del Código Penal que deroga el delito de sedición y modifica la malversación –medidas planteadas por ERC en el marco del compromiso entre administraciones de la desjudicialización–, el entorno del presidente considera ahora que el diálogo entre Catalunya y el Estado “ya se ha consumado”.

De hecho, afirma que, con estos cambios, los republicanos han llegado a reconocer que el 1-O constituyó un delito. Fuentes gubernamentales también opinaron ayer que los acuerdos con los republicanos no tendrán efectos electorales.Sánchez ya dio por sentado el miércoles en el Congreso que ERC está asumiendo el marco constitucional, e insistió ante Junts en dar por cerrado el procés. Moncloa minimiza también el impacto de la propuesta de ERC sobre la celebración de un referéndum pactado, que ya ha rechazado.Por su parte, el president del Govern, Pere Aragonès, abogó ayer por llevar las “cuestiones de fondo” del conflicto entre Catalunya y el Estado a la mesa de diálogo.

En una entrevista a Nació Digital, consideró que la crisis de Estado que enfrenta a los poderes legislativo y judicial españoles es “una oportunidad” porque, dijo, Sánchez “está obligado a mirar todavía más hacia el bloque de investidura”. A lo largo de los últimos meses, ERC se ha quedado sola en la apuesta por la negociación con el Estado. El exsocio de los republicanos en el Govern, Junts, se desmarcó de la mesa de diálogo por la falta de avances –su secretario general, Jordi Turull, llegó a compararla con un grupo de WhatsApp–, y la CUP ya descartó su participación en 2019, alegando que “no hay ninguna propuesta clara de avanzar en el derecho a la autodeterminación”.