Masivo adiós a Benedicto XVI

El papa emérito Benedicto XVI, que falleció el pasado 31 de diciembre a los 95 años, fue despedido ayer en una solemne ceremonia presidida por el Papa Francisco ante 50.000 fieles que se congregaron en la plaza de San Pedro del Vaticano para darle el último adiós. Se cierra así una insólita etapa en la que han convivido dos pontífices en la Iglesia Católica. El funeral dio comienzo a las 9.30 de la mañana, unos 40 minutos después de que el féretro de ciprés con los restos de Benedicto XVI salieran de la basílica de San Pedro, donde el lunes se instaló la capilla ardiente por la que pasaron cerca de 200.000 personas.

El papa Francisco, que llegó en silla de ruedas debido a sus problemas de movilidad, destacó la “sabiduría, delicadeza y entrega” que Benedicto XVI “supo esparcir a lo largo de los años” durante las exequias, oficiadas por el cardenal italiano Giovanni Battista Re. El primer organista de la basílica de San Pedro, Josep Solé Coll, natural de Sabadell, interpretó la misa de Réquiem del sepelio, en el que participado la Reina Sofía en representación de España, sentada en primera fila junto a los reyes de Bélgica. Asistieron también nueve jefes de Estado y cuatro primeros ministros.

Entre los asistentes también estuvo el arzobispo de Urgell y copríncipe de Andorra, Joan-Enric Vives, así como otros obispos españoles.El papa protagonizó una de las imágenes más emotivas día. Antes de que los restos de Benedicto XVI fueran introducidos de nuevo en la basílica de San Pedro para recibir sepultura en la cripta, se detuvo de pie algunos minutos y posó su mano delante del féretro, poniendo fin a la era de los “dos papas”.El papa emérito fue enterrado tres horas después de que se iniciara su funeral dentro de un ataúd triple de ciprés, zinc y roble y descansará en la tumba que ocuparon en su día los pontífices Juan Pablo II y Juan XXIII.