BRASIL CRISIS INSTITUCIONAL
Partidarios de Bolsonaro asaltan el Congreso, el Tribunal Supremo y el palacio presidencial
Piden al Ejército un golpe de Estado para derrocar a Lula, una acción idéntica que hicieron los seguidores de Donald Trump en 2021 || Los asaltantes quieren derrocar por la fuerza al presidente legítimo
Cientos de simpatizantes del expresidente Jair Bolsonaro superaron ayer las barreras policiales e invadieron la sede del Congreso brasileño, la del palacio presidencial, el Palacio de Planalto, y la sede del Tribunal Supremo Federal en Brasilia en el marco de una manifestación contra el nuevo presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva. Los bolsonaristas radicales superaron las barreras policiales y arrancaron alambradas a pesar de que la Policía empleara gas pimienta y otros medios antidisturbios. Los manifestantes tenían el objetivo declarado de derrocar a Lula y a su vicepresidente, Geraldo Alckmin.
Los manifestantes se concentraron frente al Cuartel General del Ejército, en el centro administrativo de Brasilia, y marcharon hasta la Explanada de los Ministerios, donde decenas de participantes se encaramaron al edificio sede del Congreso. Más tarde se dirigieron a la sede presidencial y a la del Supremo, donde invadieron el plenario del tribunal y en el que los manifestantes provocaron importantes destrozos en su interior, dejando tras de sí una imagen idéntica a la que perpetraron miles de partidarios del expresidente estadounidense, Donald Trump, durante la investidura de su sucesor, Joe Biden, ahora hace justo dos años. El objetivo de los protestantes era que las Fuerzas Armadas brasileñas hicieran un golpe de Estado para “salvar Brasil” y derrocar a Lula, ya que consideran que ganó las elecciones presidenciales del pasado octubre de forma fraudulenta, a pesar de demostrarse reiteradas veces que no fue así.
Al cierre de esta edición, las fuerzas de seguridad habrían recuperar el control del Tribunal Supremo y retenido a sus manifestantes, mientras seguían los enfrentamientos en el Congreso y el palacio presidencial. Cabe recordar que Bolsonaro salió del país antes del cambio de mando el 1 de enero, y los medios lo atribuyeron al temor a una posible medida contra él.
Lula promete que los golpistas “pagarán con la fuerza de la ley”
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, afirmó ayer en un pronunciamiento que los “vándalos fascistas” que invadieron las sedes del Parlamento, el Supremo y el palacio presidencial serán “encontrados” y “castigados”.
El mandatario calificó de “barbarie” lo sucedido durante la jornada de ayer en la capital del país y agregó que los radicales han sido “estimulados” por el expresidente Bolsonaro y que “pagarán con la fuerza de la ley” por los disturbios provocados. “Vamos a descubrir a los financiadores” de esas protestas violentas y de cuño golpista, que “destruyeron todo lo que encontraron a su paso”, indicó Lula, que agregó que “la democracia garantiza el derecho de la libertad de expresión”, pero “exige que las personas respeten las instituciones”.