El progresista Cándido Conde-Pumpido, elegido nuevo presidente del Constitucional

El Pleno del Tribunal Constitucional (TC) eligió ayer al magistrado Cándido Conde-Pumpido como su nuevo presidente, tras superar en la votación a la también progresista María Luisa Balaguer por 6 votos frente a 5. El tribunal de garantías también designó a la progresista Inmaculada Montalbán como vicepresidenta del órgano, lo que rompe la costumbre de que sea un magistrado del grupo minoritario, en este caso conservador, quien ocupe este lugar. De hecho, el bloque conservador había postulado a Ricardo Enríquez, el magistrado de mayor antigüedad y edad, que logró cosechar 5 votos.

Conde-Pumpido fue magistrado del Tribunal Supremo desde 1995 hasta 2004, cuando el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero le nombró fiscal general del Estado, cargo que ocupó hasta 2012. Posteriormente regresó al Supremo hasta el 2017, yfue nombrado magistrado del Constitucional a propuesta del Senado. Esta cercanía al PSOE fue la que motivó los recelos del sector conservador del tribunal de garantías, que mostraron su apoyo a la candidatura de Balaguer fracturando así al grupo progresista, que inicialmente pretendía presentar una candidatura única.La presidencia del tribunal es un puesto de suma importancia porque controla los tiempos de los asuntos a manejar.

Conde-Pumpido se ha fijado entre sus objetivos dar salida a los más de cien asuntos pendientes, empezando por dar respuesta a los más antiguos, entre ellos el recurso del PP contra la ley del aborto del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. También tiene sobre la mesa los recursos de PP y Cs contra la ley catalana, que sortea la sentencia dictada por el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya que reafirma la obligación de que al menos el 25% de las clases sean en castellano. Destacan asimismo los recursos contra la nueva ley educativa, la LOMLOE –también conocida como Ley Celaá–, la impugnación de Vox contra la Ley de Protección de la Infancia y la Adolescencia, los recursos de PP y Vox contra la ley que regula la eutanasia o las dos últimas polémicas reformas sobre el Consejo General del Poder Judicial.

Fue recusado por independentistas por el 1-O por falta de imparcialidad

El ya presidente del Tribunal Constitucional, el magistradoprogresista Cándido Conde-Pumpido, aseguró ayer tras asumir el cargo que la “Constitución no permite ni la secesión ni la independencia ni la autodeterminación”. Así se pronunció, según detallaron fuentes jurídicas, durante un discurso dirigido al pleno del tribunal de garantías ante los rumores de los últimos días de que con su llegada a la presidencia se podría favorecer de cierto modo a dirigentes independentistas. Las mismas fuentes subrayan que Conde-Pumpido incidió en reiteradas ocasiones ante el resto de los magistrados que la propia Constitución establece la indisoluble unidad de España y que, por tanto, “no permite ni la secesión ni la independencia ni la autodeterminación”.Conde-Pumpido aterrizó en el Constitucional que ahora preside en marzo de 2017 a propuesta del Senado y procedente del Tribunal Supremo, a donde había regresado en 2012 tras su cese como fiscal general después de 8 años en el cargo.

Su llegada coincidió con el punto álgido del procés y de hecho hizo valer su fama de penalista para coordinar la tramitación de los recursos presentados contra la causa judicial del proceso independentista de Catalunya de 2017, un asunto en el que se esforzó por mantener la unanimidad de todos los magistrados, pero del que finalmente decidió apartarse voluntariamente en abril de 2021 ante las recusaciones presentadas contra él por el expresident Carles Puigdemont, el líder de ERC Oriol Junqueras y otros dirigentes independentistas, que lo acusaron de falta de imparcialidad. En concreto, las recusaciones contra él llegaron después de que reprochara públicamente a los líderes del procés su “pretensión de subvertir el Estado social y democrático de derecho utilizando fraudulentamente la propia bandera de la democracia”.