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PANORAMA

España y Francia estrechan lazos y sellan un frente común para el mercado energético

Sánchez y Macron abogan por impulsar interconexiones como el hidroducto H2Med, pero no desencallan la apertura de pasos fronterizos || Un tratado de amistad eleva al máximo la relación entre estados

Pere Aragonès, ante la prensa.

Pere Aragonès, ante la prensa.EUROPA PRESS

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España y Francia sellaron ayer su voluntad de estrechar lazos con una cumbre en Barcelona que selló un frente común para el mercado energético. Los presidentes español y francés, Pedro Sánchez y Emmanuel Macron, firmaron un Tratado de Amistad –bautizado también como Tratado de Barcelona por el escenario del encuentro– que eleva las relaciones entre ambos estados y las sitúa al mismo nivel que las que el país galo tiene con Alemania e Italia o las que España tiene con Portugal. Ambos dirigentes fueron recibidos por el president de la Generalitat, Pere Aragonès, que, aunque marchó antes de que sonaran los himnos de España y Francia, aprovechó para advertir a Sánchez de que el procés no ha acabado y reivindicó ante Macron que Catalunya quiere ser un socio europeo (ver desglose).

La cumbre hispanofrancesa estuvo marcada también por la protesta convocada por una treintena de entidades independentistas (ver página 19).El Museu Nacional d’Art de Catalunya (MNAC) fue el escenario de la firma del tratado, que incluye mecanismos para reforzar la cooperación entre estados, como la celebración anual de cumbres bilaterales e “intercambios” periódicos en los Consejos de Ministros. La cuestión energética fue uno de los temas clave de la reunión. Sánchez y Macron acordaron “seguir desarrollando las interconexiones entre ambos países para alcanzar los objetivos fijados por la UE”.

En concreto, reafirmaron su compromiso de desarrollar proyectos como el H2Med –el hidroconducto que, si la Comisión Europea da su visto bueno y decide financiarlo, conectará Barcelona con Marsella para trasladar aproximadamente dos millones de toneladas de hidrógeno verde al año– “de forma equitativa y de conformidad con las normas europeas”. Ambos presidentes compartieron la necesidad de llevar a cabo una reforma “estructural” del mercado eléctrico, aunque no presentarán una propuesta común. También anunciaron un compromiso de reforzar la cooperación en Defensa y en el ámbito económico, cultural y medioambiental.Sin embargo, Sánchez y Macron no lograron desbloquear uno de los principales puntos de interés para Moncloa –y también una petición directa de Aragonès–: la reapertura de pasos fronterizos cerrados hace dos años por iniciativa del Elíseo, que aludió a riesgo terrorista y de inmigración ilegal.

Frente la falta de acuerdo, crearán un grupo de trabajo para analizar los casos. Las autoridades españolas y francesas abrieron la puerta a realizar “operaciones conjuntas” para luchar contra el tráfico de personas.Sánchez calificó la cumbre de “histórica” y destacó que esta se celebrara en Barcelona. “Es una reivindicación de respeto a la ciudad que, durante muchos años, y con razón, se ha quejado de que el Estado no se ha comprometido con ella.

Esto es lo que estamos haciendo”, subrayó. Por otra parte, Macron esquivó pronunciarse sobre la oficialidad del catalán en las instituciones europeas, otra petición de Aragonès, y sostuvo que “la mejor manera de abordar este tema es con una política de reconocimiento y respeto”

Macron evita pronunciarse sobre la oficialidad del catalán en la UE, como había pedido Aragonès

Acusa a Sánchez de “imponer la percepción irreal de que el conflicto político no existe”

Los manifestantes silbaron a Sánchez y gritaron consignas como “ni Francia ni España, Països Catalans”

Mientras la cumbre hispanofrancesa tenía lugar en el Museu d’Art Nacional de Catalunya (MNAC), miles de independentistas –6.500 según la Guardia Urbana y 30.000 según Òmnium– se concentraron desde las 09.00 horas ante las Cuatro Columnas de Puig i Cadafalch para escenificar que el procés sigue vivo a pesar de las proclamas del Gobierno español. La ANC, Òmnium y el Consell de la República, convocaron la movilización, bajo el lema ‘¡Aquí no ha acabado nada!” y apoyada también por ERC, Junts y la CUP.

La presidenta de Junts, Laura Borràs, sostuvo que “no queremos desjudicialización ni humillaciones”, y el diputado de la CUP Carles Riera acusó a Pere Aragonès de poner “una pista de aterrizaje” con la mesa de diálogo para que la cumbre se celebrara en Barcelona. Coincidiendo con el recibimiento del president a Pedro Sánchez y Emmanuel Macron hubo una sonora pitada que se alargó media hora. El presidente de ERC, Oriol Junqueras, que encabezaba la delegación de su formación, abandonó la concentración a las 09.30 horas, entre gritos de “traidor” o “botifler”.

Había defendido que su presencia en la protesta es compatible con el hecho de que Aragonès acudiera a la cumbre, y desde ERC aseguraron que ya tenía previsto ausentarse por un compromiso. A las 11.30, los CDR iniciaron otra manifestación, que llegó hasta el consulado francés. Los Mossos d’Esquadra les cortaron el paso en la plaza de Catalunya, donde se vivieron momentos de tensión y golpes de porra.

El vicepresidente de la ANC, Jordi Pesarrodona, y el exvicepresidente del Parlament, Josep Costa, denunciaron haber sido agredidos por policías. Por la tarde, Sánchez y Macron visitaron el Museo Picasso. Varias decenas de manifestantes les recibieron entre abucheos y consignas como “ni Francia ni España, Països Catalans” o “Puigdemont nuestro presidente”.

También hubo cortes en la AP-7 en La Roca del vallès y Llinars del Vallès. Sánchez minimizó las protestas, y sostuvo que “lo importante es que hoy la Constitución española se cumple, también en Catalunya”.

Aragonès niega el fin del ‘procés’ y defiende a Catalunya frente a Macron

El president de la Generalitat, Pere Aragonès, dio la bienvenida ayer a sus homólogos de España y Francia, Pedro Sánchez, y Emmanuel Macron, con quienes pudo conversar brevemente.

El jefe del Executiu dijo al dirigente español que el procés no ha acabado, y apuntó que el conflicto político no terminará hasta que Catalunya pueda decidir su futuro. Según la conselleria de Presidencia, también le recordó los temas que le había pedido que abordara con el jefe del Elíseo, como la oficialidad del catalán en la UE o la reapertura de pasos fronterizos. A la llegada de Macron, treinta minutos tarde, aprovechó para presentar a Catalunya como un socio europeo.

Tras la recepción, en la que se pudieron escuchar los silbidos de los miles de manifestantes que se movilizaron contra la cumbre en el pie de Montjuïc, el president abandonó el lugar, y no estuvo presente cuando sonaron los himnos de España y Francia. Después, en una comparecencia ante la prensa, lamentó, en alusión a Sánchez, que “hay quien ha querido usar la cumbre para imponer la percepción, que no pega con la realidad, que el conflicto político entre el Estado y Catalunya ya no existe”. “Pero la realidad es tozuda, hay una mayoría amplia que quiere decidir democráticamente, pacíficamente y libremente el futuro del país”, subrayó, antes de concluir que “mientras el Estado siga ignorando la realidad”, el conflicto seguirá vigente.La participación de Aragonès en la cumbre ha sido criticada en las últimas semanas por Junts, CUP y la ANC, que consideran que su papel de anfitrión iba a dar una imagen de normalidad institucional entre Moncloa y la Generalitat.

Por su parte, Sánchez agradeció al president que estuviera presente en el recibimiento de los mandatarios, aunque admitió que “me hubiera gustado que se hubiera quedado en toda la ceremonia”.

Pere Aragonès, ante la prensa.

Pere Aragonès, ante la prensa.EUROPA PRESS

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Pere Aragonès, ante la prensa.

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Pere Aragonès, ante la prensa.EUROPA PRESS

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