Sánchez saca pecho de su respuesta a la crisis y critica las recetas del PP

El Congreso de los Diputados convalidó ayer el decreto de medidas anticrisis para frenar la inflación y los efectos de la guerra, aunque también aprobó tramitar la norma como proyecto de ley, lo que abre la puerta a introducir cambios vía enmienda. Entre las medidas que incluye –que ya se están aplicando– se encuentran la eliminación del IVA en alimentos básicos, la rebaja del 10 al 5% en pasta y aceites, la prórroga de varias exenciones fiscales en materia energética, un nuevo cheque de 200 euros para rentas inferiores a 27.000 euros anuales. Además, elimina la bonificación de 20 céntimos generalizada a los carburantes –que pasa a beneficiar solo a conductores profesionales–.

La convalidación salió adelante con la abstención del PP, Vox, ERC y BNG, mientras que Junts y Teruel Existe votaron en contra y el resto de la Cámara Baja a favor. A pesar de la convalidación del decreto, este causó discrepancias en torno al punto referido a la simplificación y aceleración en los trámites para la implantación de grandes centrales de energías renovables. De hecho,esto provocó incluso los recelos del socio minoritario del Ejecutivo, Podemos, que advirtió de que “obstaculizará” el desarrollo de las energías renovables.

La formación morada urgió también a establecer topes al precio de los alimentos básicos. En este punto, su portavoz, Pablo Echenique, volvió a acusar al presidente de Mercadona, Juan Roig, de ejercer junto a otros magnates un “capitalismo despiadado”. Horas antes, Roig se defendió de las criticas vertidas por Podemos los últimos días asegurando que los empresarios son los que generan “riqueza y bienestar y si después, a los que les toca gestionarla lo saben hacer, hay riqueza para todos y si no, enfrentamiento”.

Las críticas llegaron también por parte de la oposición, con el PP al frente, que acusó al Gobierno de “copiar” sus medidas, pero aplicándolas “tarde y mal” e instó a rebajar el IVA también a carne, pescado y conservas.

El PP urge a ampliar a carne y pescado la rebaja y Podemos y ERC piden topar el precio de los alimentos

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, sacó pecho ayer en el Congreso de “la respuesta social” dada por su Ejecutivo ante la crisis generada por la alta inflación y la guerra de Ucrania, en contraposición a la receta “neoliberal, equivocada e injusta” dadas por el PP después de la crisis financiera. Sánchez, que compareció a petición propia para explicar los acuerdos de los últimos Consejos Europeos, también hizo bandera de los buenos datos de empleo y crecimiento económico, y destacó el apoyo europeo a medidas como la “excepción ibérica”, que según él está “sembrando un precedente a nivel europeo”. Además, advirtió a Vox de que a su Gobierno “no le temblará la mano” a la hora de defender derechos conquistados en las últimas décadas, en relación a la polémica en torno al protocolo de aborto en Castilla y León.

Sánchez defendió su apuesta por las energías renovables y por medidas como el impuesto a la banca, aseverando que es “de sentido común” pedir un mayor esfuerzo a la banca española, ante los sueldos de sus directivos. Además, aseveró que la reforma del Código Penal facilitará la extradición de los reclamados por el 1-O e insitió en que el procés “ha acabado”. Ante esto, el PP criticó su “triunfalismo económico” y lo acusó de estar llevando a cabo “políticas erráticas”recordándole las “pifias” que han resultado ser la Ley del “solo sís es sí” o la reforma del delito de sedición.

En esta línea se pronunciaron también, Vox y Cs. Mientras, desde ERC le instaron a ser más “valiente” en cuanto a las medidas sociales y “atreverse” a topar el precio de los alimentos y a subir el salario mínimo. Por su parte, el PNV animó al presidente a “seguir cuidando” a sus socios, en referencia a ellos y a ERC, para allanar los pactos de la próxima legislatura.

Por su parte, desde Junts, le preguntaron si colaborará para esclarecer el “Catalangate”.Otro tema relacionado con Catalunya que se coló en el debate del Congreso fue el tira y afloja entre ERC y PSC por las cuentas catalanas. El líder de los republicanos, Gabriel Rufián, aprovechó la ocasión para pedirle a su apoyo y avisó de que, si no lo hace, “todo el mundo sabrá que es por un cálculo electoral”. Asimismo, recordó que el “no” de los socialistas se traducirá en 1.300 millones menos para sanidad”.