PANORAMA
Miles de personas fallecidas en Turquía y Siria tras una serie de devastadores terremotos
Al primer temblor de 7,8 en la escala de Richter le siguieron más de 140 || Los equipos de rescate intentan encontrar supervivientes bajo los miles de edificios derrumbados en medio de bajas temperaturas
Más de 3.600 personas murieron ayer y otras 14.000 resultaron heridas en la serie de devastadores terremotos que sacudieron el sureste de Turquía, cerca de la frontera con Siria, y que dejó miles de edificios derruidos en los que se sigue buscando a supervivientes en medio de bajas temperaturas. En Turquía, el recuento más actual elevaba la cifra de fallecidos a al menos 2.316 y de heridos a más de 13.200, según los datos comunicados por el ministro de Sanidad, Fahrettin Koca. Además, las autoridades informaron de que más 6.200 edificios han quedado destruidos o muy dañados.
En varias de las diez provincias turcas más afectadas, se produjeron cortes de gas y electricidad, y en algunos embalses aparecieron grietas, aunque sin daños estructurales. En Siria, que sigue inmersa una guerra civil desde hace más de una década, la información sobre víctimas proviene, por un lado, del Gobierno de Bachar al Asad y, por otro, del último enclave del país controlado por la oposición, rodeado por fuerzas gubernamentales apoyadas por Rusia. En la zona controlada por el régimen, las últimas cifras hablaban de 656 muertos y 1.403 heridos, según la agencia SANA.
En la provincia de Idlib, el último bastión opositor, y en otras partes de Alepo fuera del control de Damasco, se contabilizaron al menos 700 víctimas mortales y unos 2.000 heridos, según el balance ofrecido por el grupo de rescatistas Cascos Blancos. La ONU recordó que en estas áreas opositoras, “fuertemente” afectadas por el seísmo, residen 4,1 millones de personas que dependen de la ayuda humanitaria para sobrevivir, en su mayoría mujeres y niños. El primer gran terremoto se registró a la 4.17 horas (01.17 GMT) y tuvo una magnitud de 7,8 en la escala Richter, con epicentro en Pazarcik en la provincia turca de Kahramanmaras.
Posteriormente se produjeron hasta 145 temblores más, uno de ellos de magnitud 7,6 a las 10.24 GMT. Uno de los símbolos de la enorme destrucción del sismo es el histórico castillo romano de Gaziantep, que llevaba en pie más de 1.700 años y que ha sido arrasado por el temblor.
El seismo llega a registrarse en el sismógrafo de la Val d’Aran
El terremoto que sacudió de madrugada Turquía y Siria se pudo registrar en la red sísmica catalana, y más concretamente en el sismógrafo de la Val d’Aran, según informó el Institut Cartogràfic i Geològic de Catalunya (ICG) en un tuit en su cuenta de Twitter.Por otra parte, en el norte del Alt Empordà y el territorio francés de Vallespir se registró a las 10:48 horas una réplica del mismo terremoto que tuvo una magnitud de 2,7 en la escala de Richter.
Según el ICG, el epicentro estuvo situado en territorio francés, muy cerca de la frontera con España.