Laura Borràs estalla contra los otros acusados en el juicio por haber pactado con la Fiscalía

La defensa de la presidenta de Junts y presidenta del Parlament suspendida, Laura Borràs, pidió ayer al Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) que suspenda el juicio contra ella por presuntamente fraccionar contratos cuando dirigía la Institució de les Lletres Catalanes (ILC) por la “indefensión” que le ha causado que los otros dos acusados hayan llegado supuestamente a un acuerdo con la Fiscalía. Además de Borràs, figuran como acusados el beneficiario de estos convenios irregulares, Isaías Herrero, y el hombre que supuestamente habría preparado las facturas, Andreu Pujol. Ambos, junto al Ministerio Público, negaron cualquier pacto para inculpar a la presidenta de Junts.

La abogada Isabel Elbal –que representa a Borràs junto a Gonzalo Boye– reprochó que este acuerdo les ha “obligado en 72 horas a buscar pruebas que todavía no conozcan”, dado que los tres acusados han compartido entre ellos sus estrategias y habrían podido filtrar a la Fiscalía la de Borràs para perjudicarla. La defensa de la presidenta del Parlament suspendida volvió a pedir poder intervenir en último lugar, ya que considera a los otros dos imputados “coacusadores” a raíz del supuesto pacto. También afirmó que los correos electrónicos que destaparon el presunto caso de corrupción están manipulados, por lo que solicitó que se desestimen como prueba contra ella.El tribunal tiene que resolver ahora las cuestiones y peticiones presentadas.

El juicio, que dirige el presidente del TSJC, Jesús María Barrientos, se alargará hasta el 1 de marzo, cuando quedará visto para sentencia. La presidenta de Junts, que insiste en su inocencia, afronta una petición de seis años de cárcel, 21 de inhabilitación y multa de 144.000 euros por presuntos delitos continuados de prevaricación y falsedad documental cuando presidía la ILC.

Turull: “El tribunal aplicará el Código Penal del enemigo, no será justo”

Laura Borràs llegó a las puertas del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) junto a su círculo más cercano, formado por el expresident de la Generalitat Quim Torra, el diputado de Junts en el Parlament Francesc de Dalmases, y la secretaria segunda de la Mesa del Parlament, Aurora Madaula.

Allí la esperaba también una concentración de unas 400 personas, según cifras de la Guardia Urbana, que la recibieron al grito de “Laura Borràs, nuestra presidenta”. También fue arropada por cargos y simpatizantes de Junts, la ANC y el Consell de la República. No asistieron miembros de ERC y la CUP, ni tampoco el alcaldable de Junts en Barcelona, Jordi Trias, ni el expresident Artur Mas.El secretario general de Junts, Jordi Turull, se mostró convencido de que la presidenta de su formación no tendrá un “juicio justo” porque, dijo, no ha tenido “una instrucción justa”.

“Puede más la persecución al independentismo que la objetividad y la imparcialidad”, dijo, antes de asegurar que el tribunal aplicará “el Código Penal del enemigo”. Sobre las ausencias de ERC y CUP, Turull sostuvo que “cada uno responde a su conciencia y a sus convicciones”. En la misma línea, el vicepresidente de la ANC, Jordi Pesarrodona, lamentó que “no hay ninguna garantía de que el juicio será justo” y Carme García, del Consell de la República, aseguró que el objetivo del juicio es “encarcelar” a Borràs.La presidenta de Junts recorrió los últimos metros hacia las puertas del TSJC junto a su marido y su hija.

En este trayecto, alguien lanzó papeles que simulaban billetes de doscientos euros con la frase “Laura Borràs corrupta”.

Aragonès, a la espera de resolver la “interinidad” en el Parlament

El president de la Generalitat, Pere Aragonès, confió ayer en que el juicio a la presidenta del Parlament suspendida, Laura Borràs, termine “cuanto antes” porque, recordó, la Cámara catalana está “en situación de interinidad”. Por otra parte, el jefe del Executiu insistió en respetar “la presunción de inocencia” de la también presidenta de Junts y reiteró que la decisión está en manos de los tribunales.

“Es una cuestión importante pero tenemos respecto a los procesos judiciales”, concluyó. El jueves, el president había confiado en que Borràs tenga “un juicio con garantías”. A raíz del procesamiento de la presidenta de Junts, tanto el Govern como ERC han evitado apoyarla públicamente y han marcado distancias con ella alegando que su caso no supone persecución política sino “mala praxis” relacionada con la corrupción.

De hecho, la apertura del juicio contra Borràs provocó una fuerte tormenta política entre Junts y Esquerra, que concluyó el pasado 28 de julio con su suspensión como presidenta del Parlament.