MWC
Aragonés y Colau se fotografían con el rey en el MWC tras no saludarle
El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, y la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, se han fotografiado con Felipe VI en la inauguración del Mobile World Congress (MWC) después de que declinaran participar en el saludo protocolario a la llegada del rey al recinto ferial. Tras la bienvenida, en la que el monarca ha estado acompañado por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, las autoridades han participado en una reunión a la que se han sumado Aragonès y Colau para conocer de mano de varias empresas tecnológicas algunas de las novedades que se van a presentar en la mayor feria de telefonía del mundo.
Al término de la sesión, que se ha prolongado durante unos 40 minutos, ha tenido lugar la foto de familia en la que todas las autoridades han posado junto a Felipe VI, flanqueado por Sánchez y Aragonès. Además de Colau, situada en la segunda fila, en la imagen también han participado la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicas, Nadia Calviño; el presidente de Fira, Pau Relat; la embajadora de Estados Unidos en España, Julissa Reynoso, y John Hoffman, consejero delegado de la GSMA, la patronal de los operadores de telefonía móvil y organizadora del MWC.
Concluida la reunión, el jefe del Estado ha iniciado el recorrido por algunos de los expositores de la feria, aunque ya sin la presencia de Sánchez y de Aragonès. El rey, acompañado por Calviño y Colau, ha visitado los pabellones de GSMA, España, Mobile World Capital Barcelona, Orange, Telefónica y Vodafone. En paralelo, Sánchez se va a reunir con la consejera delegada de Orange, Christel Heydemann, y con el director de Operaciones de Meta, Javier Oliván. Aragonès tiene previsto inaugurar al mediodía el stand de Catalunya junto al conseller de Empresa, Roger Torrent, y reunirse con compañías internacionales presentes en el congreso.
Felipe VI regresará a la feria por la tarde para visitar otros expositores con Calviño después del almuerzo que va a mantener con directivos de empresas tecnológicas en el Palacete Albéniz, la residencia de la familia real en Barcelona.