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POLÍTICA GOBIERNO ESPAÑOL

PSOE y Podemos trasladan su crisis por el 'sí es sí' a la ley de vivienda

El fiscal general reitera que no deben bajarse penas y plantea alternativas

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ayer en Leganés.

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ayer en Leganés.EUROPA PRESS

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En pleno choque por la ley del ‘sí es sí’, Pedro Sánchez quiere ahora apaciguar la crisis entre los socios de Gobierno impulsando la reforma de la ley de Vivienda. La ministra de Hacienda, la socialista María Jesús Montero, afirmó ayer que “prácticamente” hay ya un acuerdo en el seno del Ejecutivo sobre esta norma, reclamada por Podemos. Sin embargo, los morados remarcaron que aún quedan flecos en las negociaciones e insistieron en que la ley deberá incluir un tope del 3% a la subida de alquileres en las zonas tensionadas para contar con su visto bueno.

También el portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, dijo que, de momento, no hay acuerdo. La ministra de Derechos Sociales y dirigente de Podemos, Ione Belarra, dijo que el pacto no está “más cerca que ayer” y subrayó que “es urgente” que la ley incluya “una regulación de alquileres efectiva y contribuya a ampliar el parque público de vivienda”. Por su parte, la secretaria de Estado de Igualdad, Ángela Rodríguez ‘Pam’, llamó al PSOE a negociar “por responsabilidad” un acuerdo para reformar la ley del ‘solo sí es sí’, manteniendo el consentimiento en el centro, y “recomponer” la mayoría “feminista” en el Congreso, en vez de apoyarse en el PP.

Entretanto, el fiscal general del Estado, Álvar García Ortiz, abogó por valorar medidas alternativas, como libertad vigilada, en los casos en los que se produzcan rebajas de pena en aplicación por la ley. También insistió en que el criterio general es mantener las penas antiguas si pueden imponerse bajo la nueva norma

Los socialistas afirman que “prácticamente” hay pacto sobre la ley de vivienda, pero los morados lo niegan

En otro orden de cosas, la número dos de Igualdad estuvo ayer en el centro de la polémica, después de grabarse el 8-M sonriente junto a manifestantes que lanzaban proclamas contra Santiago Abascal: “Qué pena me da que la madre de Abascal no pudiera abortar”. Vox exigió su cese, el PP también se sumó a las críticas y la ministra María Jesús Montero tildó de “error” el vídeo.

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