MEDIOAMBIENTE INDUSTRIA
Acuerdo entre Bruselas y Berlín para prohibir la venta de vehículos de combustión en 2035
La Comisión Europea atiende a la demanda de Berlín de permitir las matriculaciones de coches que utilicen combustibles sintéticos. La nueva normativa recibirá el visto bueno definitivo el martes
La Comisión Europea y Alemania cerraron ayer un acuerdo para permitir que los vehículos que funcionan con combustible sintético–los denominados e-fueles– puedan seguir matriculándose a partir de 2035, fecha en la que debería entrar en vigor la prohibición de la venta dentro de la Unión Europea de vehículos de combustión–incluidos los de gasolina, diésel e híbridos–. Bruselas había planteado un posible encaje de los combustibles sintéticos en el marco de las negociaciones para la prohibición de la venta de los vehículos emisores de CO2 en 2035, una medida que había quedado paralizada debido a que Alemania, país líder en la fabricación automovilística en la Unión Europea, quería incluir los e-fuels en el acuerdo. Los combustibles sintéticos son neutros en emisiones de dióxido de carbono, puesto que se fabrican con hidrógeno y carbono capturado previamente u obtenido a partir de biomasa (ver desglose).
La aprobación definitiva de esta nueva normativa, ya negociada y pactada, quedó aplazada el pasado 3 de marzo por el veto del órdago de Berlín, que encontró también cierto apoyo de países como Eslovaquia, República Checa, Italia, Hungría, Polonia y Bulgaria. Pero ahora, tras el acuerdo, la votación del reglamento se añadirá a la reunión que los embajadores de los países ante la Unión Europea mantendrán mañana, con el objetivo de que la norma se adopte el martes durante el encuentro de los ministros de Energía de los Veintisiete en Bruselas.La nueva legislación forma parte del paquete climático que el bloque comunitario quiere impulsar esta legislatura para reducir al menos en un 55 por ciento las emisiones contaminantes dentro de la Unión Europea en el horizonte de 2030 y respecto a las registradas en 1990.Aprovechando la brecha abierta por el Gobierno alemán, ayer el ministro de Transportes de Italia, Matteo Salvini, reclamó a la Comisión Europea que considere que en la legislación se permita también el uso de los biocarburantes después de 2035. “El Gobierno italiano está determinado a seguir en la vía del sentido común, a proteger puestos de trabajo y actividad productiva, y para no hacer un enorme regalo a China es necesario que Europa se abra también a los biocarburantes”, aseguró Salvini en un comunicado.
Un combustible artificial, costoso y neutro en emisiones de CO2
El combustible sintético que Alemania defiende, y que se obtiene de manera artificial, está considerado neutro en emisiones, puesto que se fabrica con hidrógeno y el carbono que se obtiene de la atmosfera. Así pues, aunque al utilizarse en un motor libera CO2, esta emisión queda compensada con la que utiliza en su fabricación. El problema, según los ecologistas, es que también emiten otros gases, como el NO2, que son perjudiciales para la salud, y además producirlos consume cinco veces más energía que la se utiliza para recargar un vehículo eléctrico.
Actualmente, es también un combustible que no se produce a gran escala, por lo que su precio es muy elevado. En este sentido, se calcula que un consumidor podría pagar en el año 2030 hasta 200 euros por llenar el depósito. Con todo, la negativa de marcas de lujo de optar por los eléctricos, debido al peso de las baterías, podría impulsar su fabricación en masa.