El propietario del terreno de Cervià de Ter donde se hace la 'rave' ha presentado una denuncia contra los organizadores

El propietario del terreno de Cervià de Ter (Gironès), donde se está celebrando una 'rave' desde el jueves por la noche, ha presentado una denuncia contra los organizadores por haber ocupado el espacio sin tener el permiso. Lo ha confirmado a la ACN la alcaldesa del municipio, Roser Estañol, que este sábado pudo localizarlo para alertarlo de la fiesta ilegal que se había organizado al terreno que tiene al lado del río Ter. El Ayuntamiento de Cervià y el resto de consistorios de la zona tienen la intención de hacer un frente común y presentar una segunda denuncia conjuntamente para evitar que se repita. Y es que las 'raves' son habituales en la zona. A estas alturas, se calcula que hay unas 250 personas, después de que algunos ya se hayan marchado. .

Además, los Mossos d'Esquadra siguen controlando los accesos de vehículos para evitar que entren más participantes, pero no prevén desalojarlo. Los primeros al llegar accedieron con vehículos y más tarde lo hacían campo a través para esquivar los cortes. La fiesta está situada en un antiguo arenillero junto al río Ter, entre Sant Jordi Desvalls, Cervià de Ter y Sant Joan de Mollet. Los ayuntamientos de la zona han acordado reunirse la semana que viene y hacer frente común para denunciar el caso y que no se vuelva a repetir. De momento, están de acuerdo Cervià de Ter, Sant Jordi Desvalls y Bordils, pero esperan que también se sumen el resto de municipios del cauce del Ter como Sant Joan de Mollet o Flaçà, entre otros.

No pueden dormir

Los vecinos de la zona se han quejado de las molestias nocturnas por la música a todo trapo y temen que la 'rave' pueda alargarse hasta el lunes de Pascua. El teniente de alcalde de Sant Jordi Desvalls, Marc Amat, ha dicho que durante el día la música está más baja y no molesta tanto, pero que por la noche es cuando se siente con más fuerza y no deja dormir a los vecinos. Además, el escenario está colocado de cara a este pueblo y es uno de los más afectados. "No sabemos por qué no se puede actuar, pero suponemos que es porque es una propiedad privada y todo apunta que hasta el lunes no se marcharán".

Ambos, igual que el resto de vecinos, han experimentado el no poder dormir a causa de la música. "Entiendo perfectamente a los vecinos. Yo no he dormido en toda la noche por el "xumba-xumba" y pensamientos que si es sólo una noche de acuerdo, pero si tiene que durar hasta el lunes...", reconoce Estañol, que dice que siente "impotencia" para no poder hacer más.

Una de las vecinas de Sant Jordi Desvalls que hace dos noches que no duerme es Margarida Codina. Ironiza y dice que "están pasando una Semana Santa muy plácida con la 'rave' de fondo constantemente". Otro vecino del municipio, David Comes, afirma que sienten "angustia" para no saber cuándo acabará y podrán volver a descansar por la noche. Los dos vecinos no entienden por qué no se puede desalojar.

A pocos kilómetros, una vecina de Sant Joan de Mollet, Meritxell Fernández, dice que el jueves fue a dormir un poco tarde y al cabo de poco empezó a oír la música. Enseguida sospechó que se trataba de una 'rave', porque "no es ni el primer año, ni el segundo, ni el tercero" que se hacen en la zona.

Raves constantes

Y es que, de hecho, este tipo de fiestas "son habituales" en diferentes parcelas agrícolas ubicadas entre estos municipios del Gironès. Hace años que en algún momento pasan noches sin dormir, sobre todo al verano, por culpa de la música que se puede sentir desde todos los municipios del entorno. "Esta noche lo he oído", decía Fernández este viernes, que detallaba, pero que cuando molesta más es en verano "porque tenemos las ventanas abiertas por el calor y con la música no puedes dormir".

En la misma línea, el teniente de alcalde de Sant Jordi Desvalls dice que "el año pasado hubo una decena". Esta vez, los Mossos recibieron la primera llamada alertando de la fiesta ilegal a las cinco de la madrugada del viernes. Según detallan, los participantes de la 'rave' tienen una actitud pacífica, están situados en una zona de difícil acceso alejada del núcleo urbano y no se plantea ningún desalojo.