EUROPA GRAN BRETAÑA
Los Acuerdos de Viernes Santo cumplen 25 años con Irlanda del Norte en plena crisis
El conflicto se remonta a los años veinte del siglo pasado, cuando la isla de Irlanda se dividió y creció la violencia || Un cuarto de siglo después, los efectos del Brexit perjudican la estabilidad en el Ulster
El 10 de abril de 1998, el Ulster puso fin con un histórico acuerdo a tres décadas de conflicto. Los Acuerdos de Belfast, rebautizados como los Acuerdos de Viernes Santo por la fecha en que fueron firmados, marcaron el principio del fin de unos enfrentamientos sectarios a partir de un consenso que ahora se tambalea, agitado por los efectos colaterales de la salida de Reino Unido de la UE. El conflicto se remonta a los años 20 del siglo pasado, cuando la isla de Irlanda se dividió entre un país homónimo independiente y una zona septentrional que seguía vinculada a Reino Unido.
Triunfaron entonces las tesis unionistas, en detrimento de las de los republicanos, que querían integrarse en la Irlanda independiente. Las discrepancias políticas y sociales derivaron década más tarde en la creación de grupos armados, que durante varias décadas se cobraron más de 3.500 vidas, hasta la firma de los Acuerdos de Viernes Santo por parte del líder norirlandés Bertie Arhen y el primer ministro británico, Tony Blair, bajo la mediación del entonces presidente de EEUU, Bill Clinton.Dicho texto tenía como principal desafío dibujar un nuevo marco de convivencia política que reflejara además el complejo tejido social de un pueblo partido en dos, con divisiones establecidas incluso en el ámbito religioso –los unionistas son en su mayoría protestantes, mientras que los republicanos se identifican con el catolicismo–.Los Acuerdos sentaron las bases de un marco de respeto entre las dos partes y, en el terreno político, dieron pie a un nuevo Parlamento con sede en Belfast y un Gobierno de obligada coalición. Los grupos armados renunciaron a la lucha armada y se produjeron excarcelaciones, mientras que Londres accedió a renunciar a gran parte de su presencia militar como gesto de distensión, en un ambiente prácticamente festivo que trascendió el protocolo político y del que formaron parte figuras públicas.El acuerdo, sin embargo, no supuso el fin completo de la violencia con divisiones tanto en uno como en otro bando que siguen activos a día de hoy y aún siguen siendo una amenaza a ojo de las autoridades.
Todo ello en un contexto marcado desde 2016 por el Brexit que enfrentó más a las partes.
Estados Unidos ejerció de mediador en el acuerdo que firmaron Bertie Ahern y Tony Blair
Este vacío político da alas a los grupos paramilitares que aún operan en la región y su actividad ha repuntado en los últimos meses, hasta llevar a la Policía de Irlanda del Norte (PSNI) a elevar el nivel de la amenaza terrorista de “considerable” a “grave”.Las dos comunidades tradicionalmente enfrentadas, la unionista probritánica y la nacionalista proirlandesa, aún conviven separadas, divididas en ocasiones, literalmente, por los llamados de manera eufemística “muros de paz”, lo que evidencia que la reconciliación aún está incompleta.Los políticos no ayudan, a pesar de que el Acuerdo del Viernes Santo selló la paz entre las partes estableciendo un Gobierno de poder compartido, que ahora está suspendido desde hace más de un año.
Altercados en una protesta en Londonderry
Una manifestación de simpatizantes republicanos concluyó ayer con altercados en la localidad norirlandesa de Derry –también conocida como Londonderry–, donde un grupo de personas lanzó cócteles molotov contra un furgón de la Policía coincidiendo con el 25 aniversario de los Acuerdos de Viernes Santo. Personas ataviadas con uniformes paramilitares encabezaron la concentración, que no estaba autorizada y concluyó en el cementerio local.
Conmemoraban al Alzamiento de Pascua de 1916, cuando facciones republicanas se rebelaron en Irlanda contra el control ejercido por Reino Unido.Medios norirlandeses apuntaron al partido Saoradh –brazo político del Nuevo IRA– como convocante de la manifestación.El Partido Unionista Democrático (DUP) condenó el “ataque claramente coordinado” contra la Policía norirlandesa y pidió una respuesta rápida para que los responsables sean llevados ante la justicia.
El vacío de poder alimenta la violencia
El rechazo del Partido Democrático Unionista (DUP), segunda fuerza de Irlanda del Norte, a los arreglos comerciales pos-Brexit para la región impide la formación de Ejecutivo conjunto con el republicano Sinn Féin, antiguo brazo político del IRA y primera fuerza tras su histórica victoria en las elecciones del pasado mayo.