ENERGÍA DESCONEXIÓN
Alemania dice adiós a la energía nuclear en el país en plena crisis energética
Con el cierre de sus últimas tres centrales
Con el apagado de sus tres últimos reactores, Alemania dio ayer el adiós definitivo a la energía nuclear, acompañada hasta el último momento por un debate altamente emotivo que se ha polarizado todavía más por la reciente crisis energética. En 2011, tras la catástrofe de la central atómica de Fukushima, la decisión impulsada por el Gobierno de la conservadora Angela Merkel fue aprobada por una amplia mayoría en el Parlamento alemán, pero la incertidumbre provocada por la invasión de Ucrania ha reabierto el debate sobre una forma de energía que hasta ayer generaba el 5% por ciento de la electricidad consumida en Alemania.
Inicialmente prevista para el 31 de diciembre del año pasado, el Ejecutivo presidido por el socialdemócrata Olaf Scholz retrasó la desconexión de los últimos tres reactores –Isar 2, Neckarwesthiem 2 y Emsland–tres meses, después de que los test de estrés a los que fue sometido el sistema eléctrico revelaran vulnerabilidades de cara al invierno.
No obstante, ya en la recta final del apagado, las organizaciones de la industria alemana alertaron de las posibles consecuencias para un sector castigado por el elevado coste de la electricidad, mientras que la oposición democristiana ha propuesto diversas fórmulas para diferir la desconexión de los reactores. Al mismo tiempo, una veintena de científicos, entre ellos dos premios nobel, apelaron a mantener en funcionamiento las últimas tres centrales para alcanzar los objetivos climáticos, ante la subida de las emisiones de CO2 ocasionada por el mayor consumo de carbón en 2022, mientras que una encuesta de la ARD reveló que el 59% de los alemanes rechaza ahora mismo el abandono de la energía nuclear.