Tensión en la exhumación de Primo de Rivera del Valle de los Caídos

Los restos del fundador de la Falange, José Antonio Primo de Rivera, se encuentran ya en el madrileño cementerio de San Isidro tras ser exhumados ayer de la basílica del Valle de los Caídos, un traslado en el que hubo momentos de tensión entre simpatizantes y la policía a la llegada del féretro al camposanto y que se saldó con tres detenidos. La salida de los restos de José Antonio Primo de Rivera, que permanecían en el Valle de los Caídos desde hacía 64 años, estuvo, no obstante, exenta de la enorme expectación mediática y polémica que en 2019 acompañó a la exhumación de Francisco Franco.Los momentos de tensión se vivieron a la llegada del coche fúnebre a San Isidro, donde la policía tuvo que contener, para evitar que sobrepasaran el cordón de seguridad, a los simpatizantes que se encontraban concentrados a la entrada del cementerio, quienes entonaron el “Cara al sol”, himno de la Falange, y corearon el nombre de su fundador. Tras el enfrentamiento, tres personas fueron detenidas por desórdenes públicos, según confirmaron fuentes policiales.Los trabajos para la exhumación de la basílica del rebautizado Valle de Cuelgamuros se llevarona cabo desde las seis de la mañana, a puerta cerrada, y finalizaron cerca de las 13 horas, cuando el coche fúnebre salió del recinto de la abadía benedictina camino de la capital.

Una vez en el cementerio, y tras su incineración, los restos fueron depositados junto a los de otros familiares, como sus hermanos Miguel y Pilar.

El Gobierno destaca el rigor y el PP ve una burlaLa ministra de Política Territorial y portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, afirmó que la exhumación se produjo con “absoluta normalidad”, con “todo el rigor científico y técnico y con todo respeto y acompañamiento a su familia”. Por su parte, el PP acusó al Gobierno de usar la exhumación como un “juego de magia” para distraer la atención de los problemas de los españoles.