La crisis humanitaria en Sudán se agrava en medio de la destrucción

La guerra del Sudán entra en su tercera semana de conflicto con un caos generalizado que se traduce en bombardeos indiscriminados, decenas de miles de refugiados desatendidos y sin muestras de que la situación mejore a medio o corto plazo. Buena parte de la población del país africano, uno de los más grandes del continente, se ha refugiado en países vecinos y los que no pueden subsisten sin apenas agua, alimentos ni electricidad. Por su parte, las organizaciones humanitarias cifran en más de medio millar de muertos y 4.500 los heridos desde el inicio del conflicto entre el Ejército del país y las Fuerzas de Apoyo Rápido (FRS), su principal facción paramilitar.

Precisamente, este grupo anunció ayer que extenderán durante 72 horas el alto el fuego en vigor en sus combates con una prórroga que iba a comenzar la pasada medianoche. A pesar de este anuncio, cabe destacar que desde el inicio de la contienda ha habido varios intentos de alto el fuego y estos apenas se han respetado por ambas partes. El motivo de la ampliación del alto el fuego por parte de los paramilitares tiene lugar “con el fin de abrir corredores humanitarios, facilitar el movimiento de ciudadanos y residentes, y permitirles satisfacer sus necesidades y llegar a zonas seguras”.

El Ejército sudanés todavía no se ha pronunciado sobre este anuncio.Paralelamente, el resto de países siguen evacuando a su personal diplomático. El Reino Unido acabó ayer con las operaciones de retorno de más de 1.800 personas y por el momento ha suspendido cualquier otra salida. Por su parte, Estados Unidos ha desplegado drones armados y otros medios militares en Sudán para garantizar la seguridad de la evacuación de civiles en autobuses que el sábado llegaron a Puerto Sudán.

Por otro lado, Arabia Saudí informó ayer que había evacuado a otros 4.879 ciudadanos. España ya evacuó a su personal diplomático y a los españoles que había en la zona hace una semana.Paralelamente, ayer el Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas advirtió que este conflicto podría ser el prolegómeno de una crisis alimentaria en toda la región del este de África y del estallido de una de violencia armada en los siete países fronterizos con Sudán.