EUROPA CONFLICTO
Rusia culpa ahora a EEUU del ataque contra el Kremlin
Washington lo niega y Londres apunta a Moscú || Zelenski pide un tribunal especial de los crímenes por la “agresión rusa”
Rusia acusó ayer a Washington de estar detrás del ataque ucraniano al Kremlin y de otros atentados en territorio ruso. “Sabemos que las decisiones sobre los atentados no se toman en Kiev, sino en Washington”, afirmó el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov. Estados Unidos “decide los objetivos y los medios, y Kiev ejecuta”, sostuvo.
El portavoz del Kremlin aseguró que está en marcha una “investigación exhaustiva” del ataque con drones contra el Kremlin y que la respuesta rusa será “equilibrada y correspondiente a los intereses” del país. Estados Unidos negó estar detrás del supuesto ataque ucraniano y aseguró también que ni anima ni da apoyo a Ucrania en actividades militares fuera de sus fronteras. “Nosotros no tenemos nada que ver con eso, Peskov miente”, dijo el portavoz de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby.
Mientras, el Gobierno de Reino Unido sospecha que detrás del supuesto ataque sobre el Kremlin para matar a Vladímir Putin podrían estar las propias autoridades rusas, en un intento por justificar futuros ataques. Por su lado, el líder del Grupo Wagner, Yevgueni Prigozhin, tilda de “payasos” a aquellos líderes rusos que amenazan con usar armamento nuclear como respuesta al intento de ataque con drones al Kremlin. Entretanto, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, reclamó la creación de un tribunal especial “para castigar los crímenes de la agresión rusa”, desde la sede de la Corte Penal Internacional (CPI) en La Haya.
Vladímir Putin “merece ser condenado por sus acciones criminales desde aquí”, afirmó el líder ucraniano, quien llegó a Países Bajos procedente de Finlandia, de nuevo en una visita sorpresa por razones de seguridad. La CPI emitió a mediados de marzo dos órdenes de detención, una contra Putin y la otra contra María Lvova-Belova, comisionada presidencial rusa para los Derechos del Niño, por la presunta deportación ilegal de niños y su traslado de zonas ocupadas de Ucrania a Rusia, lo que podría constituir un crimen de guerra.