SUCESOS VIOLENCIA
Hace estallar una bomba para matar a su expareja y suicidarse
En la localidad guipuzcoana de Orio de la que ambos eran naturales || Él llevó el artefacto escondido en un caja y ambos fallecieron en un banco en un parque
Un hombre y una mujer fallecieron ayer a consecuencia de una explosión producida junto a un parque en la localidad guipuzcoana de Orio, en un caso que se investiga como un posible crimen machista. Los hechos ocurrieron sobre las 17.20 horas en la calle Arrantzale de Orio, en el exterior de un parque infantil. Los vecinos de la zona aseguraron que escucharon una explosión, tras la que hallaron los cuerpos de las dos víctimas con heridas en la cabeza junto a un banco ubicado en el exterior del parque.
El cuerpo de la mujer se encontraba sentado en el banco, mientras que el del hombre estaba tendido en el suelo. Las primeras hipótesis apuntan a que la deflagración podría haber sido ocasionada por un artefacto casero que el hombre portaba dentro de una caja de zapatos. Los dos fallecidos habrían mantenido una relación sentimental que habría acabado hacía poco tiempo por decisión de la mujer, por eso la Ertzaintza apunta a un presunto crimen machista como la causa del suceso.
Según los primeros indicios, el varón, natural de la localidad de Orio y de 50 años, se habría acercado a su expareja, de edad similar y con la que habría quedado en el lugar del crimen, haciendo detonar el paquete explosivo que llevaba escondido en una caja. La fallecida tenía dos hijos fruto de una relación anterior.Hasta el lugar de la explosión, que se encontraba acordonado y bajo una fuerte vigilancia policial, acudieron especialistas en investigación de la Ertzaintza, que buscaban pistas que les ayudaran a esclarecer las causas del suceso. Con este fin también accedieron a la vivienda del fallecido.
El lehendakari, Íñigo Urkullu, confirmó también que el suceso se está investigando como un posible caso de violencia machista durante un mitin electoral del PNV en Basauri, donde lamentó lo ocurrido y se guardó un minuto de silencio. En otro orden de cosas, un centenar de personas se concentraron ayer en la plaza Mayor de Manresa para condenar el asesinato de una mujer de 31 años y embarazada de 4 meses a manos presuntamente de su pareja.