Las leyes que se quedan en el tintero

El lunes, por sorpresa incluso para sus propias filas, Pedro Sánchez anunció la convocatoria de elecciones el 23 de julio tras la debacle electoral de los socialistas en los comicios autonómico y locales. La decisión se traduce en la disolución de las Cortes y, con ella, la paralización del trabajo del Congreso y el Senado, que se queda limitado a sus respectivas diputaciones permanentes, “de guardia” hasta que se constituyan de nuevo las Cámaras. Con ello, se paraliza la tramitación de una sesentena de leyes de todo tipo, desde económicas a sociales, algunas de las cuales habían sido bandera electoral del PSOE para los comicios celebrados hace ahora una semana.

Por ejemplo la del olvido oncológico, que debía poner fin a la discriminación que sufren las personas que han padecido un cáncer cuando, por ejemplo, solicitan una hipoteca o un seguro de vida. La norma debía beneficiar a todas las personas que hayan finalizado un tratamiento oncológico 5 años antes. Pero lo mismo pasa con la tramitación de la ley de la ELA (esclerosis lateral amiotrófica), cuya tramitación deberá comenzar de cero con un nuevo Gobierno.

Pero son muchas más, se van a quedar sin aprobar más de 60 leyes, 25 de ellas procedentes de decretos-ley que ya están en vigor, otras ocho aprobadas por el Gobierno de coalición y alrededor de una treintena impulsadas por los grupos parlamentarios.

Aplazada la reforma para sustituir el término disminuido por ‘persona con discapacidad’

Tampoco verán la luz la reforma del Código Penal para la protección de la libertad de expresión

Por ejemplo, se queda sin respaldo de las Cortes la ley de Familia, que prevé tres nuevos permisos, entre los que destaca uno retribuido de 5 días al año para cuidar de un familiar o una persona con la que se conviva. Prevé un permiso parental, para el cuidado de hijo, hija o menor acogido por tiempo superior a un año, hasta el momento en que el menor cumpla ocho años, entre otros puntos. Entre las leyes aprobadas por el Consejo de Ministros que no verán completada su tramitación en el Congreso se encuentra también ley de Seguridad Nacional, que limita el uso de material antidisturbio a los cuerpos de seguridad o restringe la posibilidad de sancionar la captación o difusión de imágenes y vídeos de manifestaciones.

También se frena la ley del Cine, que planteaba nuevas ayudas que incidirían no solo en la producción, sino también en la exhibición o el apoyo a salas independientes o de núcleos rurales y la conservación del patrimonio.La ley de creación de Agencia Estatal de Salud Pública ya tenía los plazos muy ajustados para que pudiera ser una realidad antes de final de año, cuando estaban previstas teóricamente las elecciones generales, pero ahora ya no podrá ser. Debía ser un organismo dependiente del ministerio de Sanidad con la misión de dar respuestas a las emergencias de salud que surjan, según explicó en su presentación la entonces ministra, Carolina Darias.También se queda sobre la mesa la ley de eficiencia digital de la Justicia, cuando el colectivo de profesionales ha estado, como el caso de los secretarios judiciales, o las protagonizan ahora, como los funcionarios de la Administración de Justicia en huelga. Entre las normas afectadas por la convocatoria de elecciones también se encuentran la trasposición de directivas europeas para la lucha contra el fraude, o el proyecto el proyecto de reforma constitucional para suprimir el término disminuido y sustituirlo por ‘persona con discapacidad’.

Tampoco verán la luz la de Secretos Oficiales, la reforma del Código Penal para la protección de la libertad de expresión, así como la destinada a despenalizar las injurias a la Corona y los ultrajes a España.