PANORAMA
La oposición reclama al Govern un cambio de políticas, no de nombres
Junts critica una “remodelación en clave de partido” y el PSC de estar en “una crisis permanente” || CUP y 'comuns' cargan contra el balance de Cambray y Jordà
La remodelación del Govern de la Generalitat efectuada ayer por el president Pere Aragonès, aprovechando la salida de Teresa Jordà para ir en las listas de las elecciones del 23-J, no suscitó ni de lejos el respaldo de los partidos de la oposición, que coincidieron en criticar que lo que el Palau necesita no es un “cambio de nombres” sino un “cambio de políticas”. Los que fueran socios de ERC en el Executiu, Junts, acusaron al president de haber llevado a cabo los relevos pensando “en clave de partido en lugar de país”. Así lo dijo la líder de la formación en el Congreso, Míriam Nogueras, que lamentó que Aragonès haya “perdido la oportunidad” de efectuar “un giro positivo” y “un cambio profundo” en el Executiu.
En esta línea, criticó que ERC “no ha sabido o no ha querido leer” los resultados de las elecciones municipales” ni reconocer que la mesa de diálogo “no ha dado ningún resultado”. Por su parte, la portavoz del PSC en el Parlament, Alícia Romero, aseveró que estos nuevos cambios dejan en evidencia que el Govern se encuentra en una “crisis permanente”, tras la ruptura de la coalición ERC-Junts hace ocho meses. “Lo que expresa es una nueva crisi, un parche que alarga la agonía de un Ejecutivo sin proyecto de país”, aseveró.
Romero remarcó que la remodelación no refuerza el Consell Executiu, como defendió el president, sino que “constata el fracaso de sus políticas” con un Ejecutivo con una minoría de 33 diputados. Con todo, al ser preguntada si el relevo de Juli Fernàndez por Ester Capella al frente de la conselleria de Territorio puede favorecer la firma del convenio de la B-40 pactado entre el Govern y PSC, la portavoz de los socialistas afirmó que confían en que Aragonès cumpla el acuerdo de Presupuestos. “No tenemos excesivos motivos para confiar, pero confiamos aún en el president”.El relevo de carteras tampoco fue del agrade de la CUP.
Su cabeza de la lista del 23-J en Barcelona, Albert Botran, defendió que lo que necesita la Generalitat es un “cambio de políticas”, que consideró “muy continuistas a nivel económico”, y no solo un “cambio de nombres”. En este sentido, afeó que la hasta ahora consellera de Acción Climática, Teresa Jordà, no se plantara ante el proyecto de Hard Rock de Tarragona, que considera “la antítesis” de adaptarse al cambio climático. Y que el hasta ahora conseller de Educación, Josep González-Cambray, lo único que ha hecho ha sido ponerse en contra a “todos los maestros”.
Según él, esto demuestra que lo que Aragonès debería hacer es una reflexión de fondo sobre su forma de gobernar. Para los comuns esta crisis de gobierno no es más que una “rectificación en diferido de las políticas de un Govern que no está funcionando”. Así lo afirmó su portavoz, Joan Mena, que coincidió con los demás partidos en destacar que “el problema de Govern no son los nombres propios, son las políticas que están haciendo”.
Con todo, Mena celebró el cese de Cambray, del que aseguró su partido iba a proponer su cese.