SEQUÍA
Experts alertan del despilfarro del agua en el riego a manta y plantean encarecer el precio en usos agrícolas
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Los expertos alertan del despilfarro del agua en la técnica del riego a manta -el riego de los campos por inundación- e, incluso, plantean encarecer el precio en los usos agrícolas. Así lo defiende el ingeniero industrial Joan Gaya, que asegura que "no tiene ningún sentido" que en Catalunya todavía haya regadíos que utilizan esta técnica, considerada antigua, como es el caso de las hectáreas que abastece el canal Urgell. Delante de eso, propone extender el canon por uso del agua, que se aplica a otros usos como el doméstico, a los usos agrícolas. Aparte, el geógrafo David Saurí pide dejar de depender de la lluvia e invertir en la desalinización y regeneración, unos recursos "que no se están explotando de manera absoluta".
Con motivo del Día Mundial de la Lucha Contra la Desertificación y la Sequía, celebrado este pasado sábado, varios expertos en gestión del agua alertan en declaraciones a la ACN de la necesidad de dejar de mirar cuánta agua cae del cielo y centrar los esfuerzos en dos pilares: el incremento de la oferta de agua, principalmente a través de la desalinización y la regeneración, y la reducción de la demanda mediante la optimización de los recursos.
Hoy por hoy, en Catalunya hay 495 municipios en situación de excepcionalidad por la sequía, medida que afecta además de 6 millones de personas y que implica restricciones en los usos agrícolas, industriales, y urbanos. En las últimas semanas, el ACA ha afirmado que no descarta que el territorio entre en estado de emergencia el mes de septiembre, hecho que implicaría restricciones en el uso de agua en los hogares.
Después de las lluvias del mes de mayo y junio, David Saurí, geógrafo y miembro del Grupo de Investigación en Agua del departamento de Geografía de la UAB, admite que se ha reducido el riesgo de entrar en fase de emergencia en otoño, sin embargo, insiste en que hacen falta "alternativas" a largo plazo. "Todas las predicciones dicen que con el cambio climático habrá una reducción de las precipitaciones y cambios en el ciclo del agua que revertirán en una reducción de los recursos de los ríos y acuíferos", sentencia.
Incrementar la oferta: desalinizar y regenerar
"En Catalunya llueve razonablemente, ni poco ni mucho, lo que pasa es que tenemos una cultura de aprovechamiento del agua como si tuviera que llover siempre", afirma el ingeniero industrial Joan Gaya, que ha sido gerente del Consorcio para la Gestión Integral de Aguas de Catalunya.
Tanto Gaya como Saurí celebran que, finalmente, la desalinización y la regeneración han cogido protagonismo y que el Gobierno ha anunciado varios proyectos para potenciar estos recursos. Hoy por hoy, las dos plantas de desalinización que hay en Catalunya, en Blanes y el Prat, funcionan a máximo rendimiento. De hecho, la desalinización ya es la primera fuente de suministro de los municipios que cubre Aguas de Barcelona. Ahora, el Gobierno ha proyectado una tercera planta en el Baix Penedès, que se espera que esté acabada en los próximos tres años y medio. ¿"Estaban previstas hace diez o quince años, por qué nos tenemos que esperar a ver las orejas al lobo para hacer las cosas?", cuestiona Gaya.
Con respecto al agua regenerada, el plan del ejecutivo catalán contempla ampliar de las 24 a 40 las, y llegar así a los 120 hm³ anuales de agua reutilizada, 50 hm³ más que ahora.
Mientras tanto, los expertos admiten que lo único que se puede hacer es "ser cuidadosos" e invertir en la optimización de los recursos. En el caso del agua que se destina para usos urbanos, Gaya y Saurí coinciden en que la capacidad de ahorro así como el margen de mejora es mucho pequeño. De hecho, en municipios muy poblados del área metropolitana de Barcelona el consumo de agua está entorno los 100 litros por persona y día, el mínimo que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OLMOS), cuando en el actual estado de excepcionalidad el ACA limita esta cantidad a 230 litros. El foco, por lo tanto, lo ponen principalmente en los usos agrícolas.
Optimizar el consumo en los usos agrícolas
Según datos del ACA, la agricultura consume en torno al 70% de toda el agua de Catalunya. El resto, queda repartido entre los sectores doméstico (19%), industrial (9%) y ganadero (2%). Ante estos datos, los expertos avisan de que hay un problema "grave" en el uso de agua a la agricultura, provocado principalmente por los regadíos que utilizan la técnica del riego a manta, un mecanismo que riega los campos por inundación y que se considera "antiguos". "Es complicado porque los campesinos te dirán que no malbarata el agua, pero sí que es verdad que hace falta modernizar los regadíos y que no se gaste tanta agua para producir alimentos", opina Saurí.
A su vez, Gaya apuesta por ir un poco más allá y propone que el canon para el uso del agua también se aplique al sector agrario. Hoy por hoy, este tributo sólo se aplica a los usos agrícolas y ganaderos si la actividad que desarrollan genera contaminación. "No tiene ningún sentido que haya tantas hectáreas que rieguen a manta, ningún sentido. No se hace con mala fe, siempre se ha hecho, es un uso cultural, pero la gente tiene que empezar a comprender que se tiene que hacer de otra manera", defiende al ingeniero industrial.
En este sentido, recuerda que cuando en el 2012 el ACA impuso el canon para el uso de agua en las zonas urbanas, una idea que califica de "brillante", "todo el mundo cerró el grifo". "Esta señal económica, en otros usos, especialmente los agrarios, todavía no ha llegado, y creo que tendría que llegar", constata.
Más allá de los usos agrícolas, con el fin de incrementar la capacidad de ahorro, Saurí también apuesta para que los ayuntamientos "den un paso más" y empiecen a hacer regeneración de agua a escala local, con medidas como instalar depuradoras en los sótanos de los bloques de pisos o reaprovechar las aguas pluviales con la instalación de tanques en los hogares con jardín o espacio suficiente para este propósito.
Con todo, los expertos señalan que Catalunya tendría que perseguir políticas como las que hay implementadas Israel o California, zonas con climas incluso más áridos que aquí, y que tienen grandes infraestructuras de reutilización y reaprovechamiento del agua. "La sequía es un concepto cultural, porque seguramente lloviendo lo que llueve aquí, en Israel no hablarían de sequía", concluye Gaya.