Fracasa el pacto para evitar que la ultraderecha gobierne Ripoll

Sílvia Orriols, de Aliança Catalana, se hizo ayer con la alcaldía de Ripoll tras el fracaso del cordón sanitario que Junts, ERC, PSC y CUP habían planteado y negociado. La formación de ultraderecha ganó los comicios con 6 de los 17 concejales y gobernará en minoría al haber declinado pactar con el resto de partidos. Junts no apoyó la propuesta de gobierno alternativo, y la candidata de los juntistas, Manoli Vega, se ofreció para trabajar en una eventual moción de censura a partir del lunes.

La ejecutiva de Junts salió al paso de la polémica afirmando que “no comparte” la decisión de los concejales de su formación por Ripoll. Orriols, que tiene un discurso xenófobo e islamófobo, aseguró que no gobernará “contra nadie”, pero subrayó que su prioridad es cerrar la mezquita de la ciudad. Unas 120 personas recibieron con gritos de “Ripoll será la tumba del fascismo” a los concejales de Aliança Catalana en la entrada del ayuntamiento.