EUROPA DEL ESTE CONFLICTO BÉLICO
Los mercenarios rusos del Grupo Wagner se rebelan y ponen contra las cuerdas a Putin
Marchaban hacia Moscú para confrontar al Kremlin por “haber atacado sus posiciones”, pero detuvieron su avance tras la mediación de Bielorrusia || El presidente lo tilda de “puñalada por la espalda”
La compañía de mercenarios rusa Grupo Wagner puso ayer contra las cuerdas al presidente ruso, Vladímir Putin, al iniciar una rebelión contra el mandatario y la cúpula militar del Kremlin por presuntamente haber bombardeado campamentos de los mercenarios en plena invasión de Ucrania. La mediación de países como Bielorrusia acabó evitando el levantamiento, anunciado el viernes por la noche por el jefe de Wagner, Yevgeni Prigozhin. Las tropas de este grupo paramilitar, hasta ahora socio fundamental del Ejército ruso, tomaron la ciudad rusa de Rostov, capital de la región homónima, y anunciaron que marchaban camino hacia Moscú.
Aunque se desconoce el número exacto de mercenarios que integran la compañía, se cree que podrían ser más de 25.000 agentes. En una confirmación de la gravedad de la situación, el presidente ruso, Vladímir Putin, denunció la incursión de los Wagner como un “acto de traición” y una “puñalada por la espalda”. El mandatario habló de la “rebelión militar” de los mercenarios y, tras amenazar con “un castigo inevitable”, les instó a deponer las armas.
No dudó en comparar la sublevación con las deserciones masivas de los soldados rusos en los frentes de la Primera Guerra Mundial, que llevaron a la revolución de 1917. Sin embargo, Prigozhin elevó al mediodía el desafío al Kremlin y sus batallones prosiguieron su marcha hacia Moscú a través de la región de Lípetsk para confrontar a la cúpula militar rusa. Ante la amenaza, el alcalde moscovita, Sergéi Sobianin, declaró la alerta antiterrorista y pidió a la población evitar desplazamientos.
El Ejército ruso bombardeó un convoy de vehículos de Wagner que circulaba por la autopista M4 a las afueras de Vorónezh, y derribó varios puentes para evitar que las tropas llegaran a Moscú.La emergencia y el riesgo de la situación obligó a países como Bielorrusia, considerado aliado estrecho de Putin, a mediar en el conflicto. Gracias a ello, Prigozhin anunció por la tarde el fin de su “marcha” para evitar “que se derrame sangre rusa por una de las partes”. En el momento del anuncio, la columna de mercenarios estaba a unos 200 kilómetros de Moscú.
Tras esto, el Kremlin informó de que Prigozhin se exiliará en Bielorrusia y no será procesado penalmente por Rusia. La noticia del levantamiento de Wagner llega en el peor momento para las Fuerzas rusas, que afrontan en Ucrania una contraofensiva de las tropas de Kyiv. Ucrania cree que o la situación “degenera en una completa guerra civil (...) o supone un episodio antes de la siguiente fase de la caída de Putin”, dijo.
El alto representante de la UE para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, se limitó a valorar que lo sucedido responde a una “cuestión interna de Rusia”, y el presidente de EEUU, Joe Biden, insistió en que mantendrá su apoyo a Kyiv. Mientras, en Ucrania, las tropas trataron de aprovechar el momento para ganar territorio en el frente. Al menos tres personas fallecieron en un nuevo bombardeo ruso sobre Kyiv.