EUROPA?DEL ESTE CONFLICTO BÉLICO
La sublevación de los mercenarios del grupo Wagner evidencia las debilidades de Putin
El líder de la compañía se exilia en Bielorrusia mientras sus fuerzas regresan a sus bases militares || La mediación de Lukashenko evitó “un baño de sangre” y opositores rusos avisan de nuevas rebeliones
La rebelión de la compañía de mercenarios rusa Grupo Wagner empezó el sábado por la mañana y acabó la madrugada del domingo sin daños personales y pocos materiales, pero dejó todavía más claras las debilidades del régimen ruso y su presidente, Vladimir Putin, que lo deja en una clara situación de fragilidad de cara al futuro. La sublevación de los mercenarios contra el mandatario ruso y su cúpula militar la justificaron alegando que el Kremlin había bombardeado presuntamente algunos de sus campamentos durante la invasión de Urcania, según aseguró el jefe de Wagner, Yevgeni Prigozhin. Los wagneritas cruzaron sin resistencia alguna la frontera entre Rusoa y Ucrania, entraron en la ciudad de Rostov en el Don y ocuparon sin un solo disparo el Estado Mayor y otros objetivos militares y desplazaron al menos cuatro columnas militares casi hasta Moscú sin sufrir una baja, pero derribando varios helicópteros y un avión militar ruso.
A apenas 200 kilómetros de llegar a Moscú la colmuna se paró después de que Prigozhin conversara con el presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko, el principal aliado de Putin, y acordara dar media vuelta para “evitar un derramamiento de sangre”. Tras este anuncio, los mercenarios rusos volvieron a sus bases, mientras que Prigozhin se exilió en Bielorrusia y no será perseguido penalmente en Rusia. Este fue uno de los puntos del acuerdo entre el líder de Wagner y Lukashenko que, aseguraron fuentes gubernamentales, contó con el beneplácito de Putin.Con los mercenarios volviendo a sus bases y los mandatarios del Kremlin recuperando el aliento tras 24 horas frenéticas, Rusia empezó ayer a recuperarse de la rebelión.
Después de que Prigozhin abandonara Rostov en el Don en la noche del sábado y desapareciera, supuestamente en dirección a Bielorrusia, los wagneritas comenzaron a abandonar la ciudad entre vítores por un lado y abucheos por el otro. Pese a que el Grupo Wagner protagonizó una rebelión calificada por el Kremlin de traición y “puñalada en la espalda”, muchos rusos ven en esta formación paramilitar a héroes que han traído victorias a las armas rusas y que se enfrentan a la burocracia, lo que genera sentimientos encontrados en la población. Por otro lado, el empresario opositor ruso Mijaíl Jodorkovski, el hombre más rico de Rusia hasta su condena y exilio, lamentó que con el fracaso de la sublevacion de Wagner se perdiese la oportunidad de un cambio en Rusia, pero llamó a estar listos para nuevas revueltas.
“Dejamos escapar la situación, esto es un menos. Pero el régimen se debilitó a consecuencia de eso, esto es un más”, dijo en la red social Telegram.
EEUU ve el suceso una oportunidad para Ucrania y su contraofensiva
El secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, afirmó ayer que lo sucedido en las últimas horas en Rusia representa una oportunidad para Ucrania y su contraofensiva.
“En la medida en que Rusia ahora está distraída, que Putin tiene que preocuparse por lo que sucede dentro de Rusia tanto como tiene que preocuparse por lo que está tratando de hacer, sin éxito, en Ucrania, creo que eso crea una ventaja adicional para los ucranianos”, dijo Blinken, que advirtió que la rebelión de Wagner y sus consecuencias podrían no haber terminado. Desde Kyiv señalaron que la rebelión es una muestra más “del caos que hay” en torno al presidente Putin.