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FRANCIA VIOLENCIA

Francia paraliza el transporte urbano en el país para intentar atajar la ola de violencia

Tras tres jornadas de protestas en las que ha muerto una persona y cientos han sido detenidas || Macron apela a la responsabilidad de los padres aunque descarta, por ahora, declarar el estado de emergencia

La policía antidisturbios se enfrenta a los manifestantes en Nanterre, cerca de París, Francia.

La policía antidisturbios se enfrenta a los manifestantes en Nanterre, cerca de París, Francia.EFE/EPA/YOAN VALAT

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El Gobierno francés ordenó suspender la circulación de autobuses y tranvías a partir de las 21.00 horas de ayer viernes, como medida de precaución ante la ola de protestas que registra Francia desde que el martes muriese un adolescente en la ciudad de Nanterre por el disparo efectuado por un policía durante un control. Además, el Ejecutivo galo prohibió temporalmente la venta y transporte de morteros, bidones de gasolina, ácidos y productos inflamables y químicos, susceptibles de ser utilizados durante las manifestaciones. Durante los disturbios que empezaron el martes, quedaron calcinados cientos de vehículos particulares así como diveros inmuebles públicos.

Además, un hombre de 54 años falleció en el territorio de la Guayana Francesa en medio de los enfrentamientos en todo el territorio galo.Otra medida ha sido la cancelación de grandes actos culturales y festivos, como los megaconciertos en París. Igualmente se aplazaron o anulado las tradicionales fiestas de verano de las escuelas francesas (Kermesses) en la populosa región de París.El ministerio del Interior, que confirmó 875 detenciones en la última jornada de protestas y casi 300 policías heridos, prevé destinar “medios adicionales” para contener los disturbios, según el presidente francés, Emmanuel Macron, que anunció la anulación de eventos en las zonas que puedan ser consideradas “más sensibles”. Sin embargo, el presidente no aludió a la posible declaración del estado de emergencia, como le reclamaba la oposición conservadora, pese a que la primera ministra, Élisabeth Borne, había planteado horas antes que “todas las hipótesis” están abiertas tras ser interrogada específicamente sobre esta cuestión.Macron condenó “con la máxima firmeza” a quienes, a su juicio, quieren “utilizar” el momento para “crear desórdenes y atacar a las instituciones”.

Denunció una “instrumentalización inaceptable” de la muerte del adolescente Nahel y abogó por seguir trabajando para contener la ola de disturbios generada a partir de este incidente, con una alusión específica a la “responsabilidad” de los padres. El Ejecutivo francés también insistió en la responsabilidad de las redes sociales en la organización de las algaradas.En este sentido, el ministro de Interior francés, Gérald Darmanin, convocó a una reunión a representantes de varias plataformas sociales, como Twitter, Snapchat y TikTok. Por otra parte, una oleada de críticas recayó en las últimas horas sobre el presidente de la República Francesa tras salir a la luz unas imágenes en las que se ve disfrutando la noche del miércoles de un concierto de Elton John, en plena ola de disturbios, acompañado por su mujer, Brigitte.

La ONU insta al gobierno galo a atajar el racismo en la Policía

La oficina de la ONU para los Derechos Humanos ha expresado su “preocupación” por la muerte el martes de un adolescente de origen magrebí en la localidad francesa de Nanterre, abatido por un policía en un control, y señaló que “es el momento de que el país ataje de manera seria los graves problemas de racismo y discriminación en las fuerzas de seguridad”.Francia aseguró haber “tomado nota” de las crítica del Alto Comisionado, pero salió al paso de las mismas señalando que cualquier acusación que aluda a un posible racismo “sistémico” en el seno de la Policía es “totalmente infundada”, algo que quedaría demostrado en los informes periódicos a los que se somete el país en materia de Derechos Humanos.

Un guardia de seguridad pasa delante de un escaparate roto de una tienda después de los disturbios en París.

Un guardia de seguridad pasa delante de un escaparate roto de una tienda después de los disturbios en París.EFE/EPA/YOAN VALAT

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