Hungría y Polonia frustran el acuerdo migratorio en la UE

Hungría y Polonia volvieron a poner en apuros ayer al resto de jefes de Estado y de Gobierno de la UE al mantener su rechazo al pacto migratorio comunitario. Los presidentes de ambos países, el húngaro Viktor Orbán y el polaco Mateusz Morawiecki, mantuvieron el veto al compromiso de los países de recibir una cuota de migrantes, incluido en el acuerdo que los ministros de Interior de la UE cerraron a principios de mes con los votos en contra de Budapest y Varsovia. En caso de incumplir este convenio, cada país debería pagar 20.000 euros por cada migrante no acogido, algo que Hungría y Polonia rechazan.

De este modo, los Veintisiete cerraron una cumbre en Bruselas con un texto de conclusiones que dejaba fuera las ideas que recogía el borrador en materia migratoria. Sin embargo, el resto de Estados trató de sortear el bloqueo colocando los puntos rechazados por Orbán y Morawiecki en una declaración separada suscrita por el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel.Preguntado por las tensiones, el político belga dijo que los líderes “demostraran sangre fría y calma”, lo que dijo que les permitirá “seguir avanzando” en las negociaciones para cumplir el objetivo de cerrar el pacto migratorio antes del fin de esta legislatura en junio del próximo año.La mandataria italiana, Giorgia Meloni, que trató de convencer a Orbán y Morawiecki para que levantaran sus vetos, alegó que Hungría y Polonia están defendiendo sus intereses y avisó de que “nunca habrá unanimidad” en materia migratoria en la UE.Los Veintisiete también se comprometieron a “seguir reduciendo las dependencias críticas y vulnerabilidades, incluidas las cadenas de suministro” con China, si bien remarcaron que no tienen “intención” de “desvincularse” de Pekín.

“La Guardia Costera nos remolcó a gran velocidad y volcamos” Supervivientes del naufragio en el Mar Jónico que el pasado 14 de junio se saldó con la muerte de cientos de migrantes que iban a bordo de un pesquero, han contradicho la versión ofrecida por la Guardia Costera de Grecia.

Si bien el cuerpo de rescate griego ha negado desde el principio que intentara remolcar al barco hundido, algunos de los 104 supervivientes lo desmienten y aseguran que su embarcación volcó porque la Guardia les arrastró a gran velocidad. Afirman que su intención era seguir navegando hasta Italia y que varios de ellos pasaron horas nadando tras el naufragio.