El fuego de La Palma, fuera de control

El avance del incendio forestal que se declaró el sábado en el noroeste de La Palma se ralentizó ayer gracias al cambio de las condiciones meteorológicas y al despliegue de un centenar de efectivos de emergencias, pero ya entró en los límites del Parque Nacional de la Caldera de Taburiente, donde se trabaja para que no se propague. Según informaron desde el puesto de mando avanzado el presidente de Canarias, Fernando Clavijo, y el ministro de Turismo, Héctor Gómez, la cifra de evacuados no ha variado y sigue en más de 4.000 vecinos y la superficie afectada ronda las 4.650 hectáreas, fundamentalmente en Puntagorda y Tijarafe. Ayer, nueve helicópteros y dos hidroaviones se relevaron en rutinas de descarga constante para atacar los flancos principales del incendio y tratar de contener las llamas, sobre las que se arrojaron 152.000 litros de agua en 241 descargas.

De los más de 4.000 vecinos evacuados, unos 200 pasaron la noche del sábado en los albergues habilitados, atendidos por Cruz Roja, y también se han recogido y guardado animales domésticos. No hubo nuevas afecciones a viviendas. Por ahora se han contabilizado veinte edificaciones afectadas entre viviendas, cuartos de aperos o bodegas.Rafael García, director del operativo de extinción, explicó que en la zona de Puntagorda, municipio donde se originó el fuego y que permanece evacuado en su totalidad, se trabajaba en el enfriamiento del frente bajo del incendio para evitar que avance hacia la parte baja del municipio.