Reunión histórica de cinco presidents con la investidura española como telón de fondo

El president de la Generalitat, Pere Aragonès, y sus antecesores Carles Puigdemont, Quim Torra, José Montilla y Jordi Pujol, coincidieron ayer en un acto en homenaje al compositor catalán Pau Casals con motivo del 50 aniversario de su muerte. El acto, organizado por la Universitat Catalana d’Estiu, se celebró en la abadía de la abadía francesa de Sant Miquel de Cuixà y dejó una imagen histórica: la de cinco jefes del Executiu juntos. Artur Mas no acudió por motivos personales, y Pasqual Maragall tampoco lo hizo por enfermedad.

El evento tuvo como telónde fondo la negociación por la investidura del nuevo presidente español. Además, supone el primer acto al que Puigdemont asiste fuera de Bélgica, después de que el Tribunal General de la UE le retirara la inmunidad en julio (ver desglose). El expresident y eurodiputado de Junts, que llegó al acto en medio de una gran expectación y entre gritos de “president” e “independencia”.

Defendió el “deber” de buscar soluciones “para el país, para la lengua y para su gente”, y descartó “ninguna salida personal”. También defendió la importancia del catalán en las instituciones de la Unión Europea.Aragonès, por su parte, insistió en la necesidad de reclamar “más que nunca” la amnistía y la autodeterminación. Calificó de “excepcional” que los expresidents se tuvieran que reunir “fuera de los límites del Estado” y lo señaló como ejemplo de un “conflicto político pendiente de resolver”.

Puntualizó que no es “a causa de la represión”, sino “de la negativa del Estado a reconocer el derecho de Catalunya a decidir su futuro”. El actual president de la Generalitat y Puigdemont no se veían en persona desde mayo del 2022.Por su parte, Torra elogió la figura de Casals, de quien afirmó que “merecía” el premio Nobel de la Paz en 1958, un galardón que quedó desierto por una “tenebrosa maniobra española”, bajo su punto de vista. Pujol centró su discurso en reivindicar la importancia de defender “la lengua como clave esencial de la identidad” catalana y aseguró que se está en una “situación crítica”.

Recalcó que sin lengua, cultura y memoria la sociedad “se deshace”. El exdirigente de CDC protagonizó un lapsus cuando enumeró a sus sucesores al frente de la Generalitat. Cuando citó a Pasqual Maragall, Pujol afirmó por error “que se fue, que está muerto”.Entretanto, el expresident socialista José Montilla apeló a una España “fraternal” capaz de “gestionar con inteligencia” la diversidad mediante el diálogo y el pacto.

Recibió abucheos por parte del público y fue interrumpido con gritos de “independencia”.

Puigdemont viaja a pesar de no tener inmunidad El de ayer fue el primer acto fuera de Bélgica al que Carles Puigdemont asistió después de que el Tribunal General de la UE le retirara la inmunidad como eurodiputado, el pasado 5 de julio. El expresident había rechazado viajar a Estrasburgo para asistir al pleno del Parlamento Europeo el día 10 de ese mes ante el riesgo de ser detenido.

Puigdemont, que entonces había considerado que no tenía de suficientes garantías jurídicas para viajar a Francia, optó por viajar ayer a territorio francés. Lo hizo en un momento en el que todos los ojos están puestos en él por la posibilidad de que Junts apoye la investidura de Pedro Sánchez como presidente español. El juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena no había querido tramitar una nueva euroorden para detener al expresident, a la espera de que la resolución de la justicia europea sea firme.

De haber solicitado la euroorden estando el eurodiputado en Francia, este habría podido acabar en manos de la justicia gala.