Sánchez promete trabajar por la “convivencia” y se ve liderando otro gobierno progresista

El secretario general del PSOE y presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, afirmó ayer que, tras la investidura fallida del líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, se lanzará a la carrera para continuar al frente de Moncloa. En un acto en Sevilla, aseguró tener “más ganas, más fuerza y más argumentos que nunca para que haya otros cuatro años de gobierno progresista” en España para impulsar “avances sociales y de derechos y convivencia”.

Sánchez se comprometió en trabajar por una “investidura real” a diferencia del “teatrillo que montó Feijóo”. A dos días de que el rey Felipe VI inicie una nueva ronda de consultas con los grupos parlamentarios para proponer un nuevo candidato a la investidura, Sánchez aseguró que su principal objetivo será mantener la “convivencia”. En su discurso no hizo ninguna mención a la amnistía ni a los partidos independentistas. Lo dedicó a desgranar algunos de los compromisos que piensa asumir en su eventual debate de investidura, en materias como el Salario Mínimo Interprofesional (SMI), la vivienda o la igualdad.Por su parte, desde Galicia, el líder popular aprovechó su intervención en el Foro A Toxa para volver a cargar contra el socialista. 

Afirmó que la posibilidad de pactar un referéndum de independencia en Catalunya es “un señuelo para que no se hable de la amnistía”. A su parecer, esta opción es una cortina de humo para esconder su verdadero objetivo. “Es un señuelo para decir que se ha conseguido decir no al referéndum y que se ha dado el sí a algo más sensato, que es la amnistía”, expuso. Feijóo, que volvió a erigirse de nuevo como la “alternativa” al Gobierno de Sánchez, dijo sentirse “orgulloso” de haber perdido la investidura porque esto significa que “no cedió a los chantajes”. “Aceptar peticiones de una pequeña parte conlleva que el tiempo que dure su presidencia estará en libertad condicional”, concluyó. 

Desde Catalunya, el líder del PSC, Salvador Illa, defendió que el discurso “de una España única” ha perdido tras la investidura fallida de Feijóo, y pidió a ERC y Junts “estar a la altura de la circunstancias”, pensar más en los intereses generales de la ciudadanía y apoyar a Sánchez para evitar unas nuevas elecciones y la posibilidad de un Ejecutivo de PP y Vox en Madrid.Mientras, desde Sumar criticaron que se haya puesto sobre la mesa el referéndum y avisaron que podría “frenar la negociación”. Con respecto a la amnistía se pronunicó también el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page. Aseguró que, en el caso de que se aprobase una amnistía, el Tribunal Constitucional “tendría que suspenderla antes de que entre en vigor” para analizarla.

ERC y Junts defienden que el objetivo final es la autodeterminación

El presidente de ERC, Oriol Junqueras, alertó ayer, víspera del 1-O (más información en la página 23), que la amnistía es “necesaria” para conseguir el reconocimiento internacional y un paso “imprescindible”, pero al mismo tiempo avisó de que no puede renunciarse a la autodeterminación. Para el líder republicano, la amnistía es un paso más y “no es el punto y final” del proceso para “la liberación nacional” y la construcción de la república catalana. En sentido similar se pronunció el expresident Carles Puigdemont, que avisó de que no quiere “pasar página” sobre el referéndum de independencia que ya defendieron hace 6 años.