Canarias, desbordada al llegar más de 500 migrantes al día este mes

Canarias ha recibido desde principios de mes hasta ayer a 4.531 inmigrantes llegados a bordo de 53 embarcaciones, a un ritmo de 503 personas diarias, una cifra sin precedentes desde la llamada ‘crisis de los cayucos’ de 2006, cuando arribaron a las islas 31.678 personas. Los servicios de emergencias han rescatado a 19.507 migrantes en este territorio en lo que va de año, según indica la estadística oficial.

Cruz Roja asegura que la mitad de las llegadas de migrantes desde que comenzó el mes corresponden a El Hierro, con 2.367 en nueve días (474 de ellos menores); seguida por Tenerife, con 703; Lanzarote, con 518; Gran Canaria, con 375; y Fuerteventura, con 375. En 2020, la Ruta Canaria también experimentó un gran pico en los meses de octubre y noviembre, que concentraron el 58% de las llegadas de aquel año, con 13.485 inmigrantes rescatados sobre un total de 23.271. La llegada de migrantes hizo entonces que el sistema de acogida colapsara, y más de 2.300 personas llegaron a dormir hacinadas durante días sobre el suelo del muelle de Arguineguín. Con todo, el ministerio del Interior asegura que este año la situación está bajo control y los centros de acogida siguen con plazas disponibles. El Gobierno de Canarias criticó ayer el “silencio absoluto” del presidente español en funciones, Pedro Sánchez, ante la crisis migratoria y volvió a solicitar al Estado recursos para atender a los migrantes que están llegando a las islas. El presidente canario, Fernando Clavijo, tildó de “estupidez” que el ministro del Interior en funciones, Fernando Grande-Marlaska, defienda que en las islas hay recursos suficientes para gestionar la llegada de migrantes irregulares. “Ayer estaba en La Restinga tras la llegada de dos cayucos y había 350 personas y un solo guardia civil. Si esos son los recursos necesarios, ¿Cómo será cuando fallen los recursos?”, se preguntó. Con todo, Marlaska subrayó que la situación migratoria en Canarias está controlada, y aseguró que este territorio “no será la nueva Lampedusa”. Afeó a Clavijo sus “insultos” y le pidió dedicar la energía a “trabajar más” para hacer frente a la situación.