POLÍTICA ARRANCA LA LEGISLATURA
Sánchez, investido por mayoría absoluta en un Congreso totalmente polarizado
El presidente revalida el cargo con la ley de amnistía como su primer gran reto
Pedro Sánchez fue ayer investido presidente por mayoría absoluta tras pactar con todos los partidos menos PP, Vox y UPN. Ahora se abre un nuevo periodo en el que tendrá que trabajar para dotar de estabilidad a su Ejecutivo en un Congreso polarizado y tras la advertencia de sus socios de que debe cumplir sus acuerdos si quiere seguir gobernando.
Por segunda vez, el líder del PSOE, Pedro Sánchez, consiguió ayer ser investido presidente del Gobierno, un cargo que ocupará, no obstante por tercera vez y al que llegó de la mano de una moción de censura contra Mariano Rajoy en 2018.
El socialista logró reunir el apoyo de los 179 diputados de todos los grupos parlamentarios excepto PP, Vox y UPN, pero pese a lograr la mayoría absoluta de la Cámara, se antoja que no va a tener una legislatura fácil a tenor de lo que se ha vivido durante los dos días de debate de investidura. Y es que sus “socios”, encabezados por ERC y Junts, le han advertido sobre la estabilidad de la legislatura si no cumple los compromisos acordados. Entre ellos la ley de amnistía, centro de la negociación con los partidos catalanes, y medida que tanta crispación ha generado entre la derecha. En su última intervención en el Congreso antes de la votación, Sánchez defendió los acuerdos alcanzados con las diferentes formaciones, a las que agradeció su “confianza ciega”, y trató de tranquilizarlas afirmando que a partir de ahora se abre un tiempo “de diálogo fructífero, de cambio, de prosperidad, de justicia social y de libertad”. Al hilo de esto, lamentó las “falsedades e insultos” que se han vertido estas últimas semanas sobre su partido a raíz de estos pactos y reivindicó la plena legitimidad de su Gobierno. “Es plenamente constitucional al residir en el Parlamento la representación de los españoles”, aseveró. En este sentido, instó al PP a asumir su derrota, que le recordó que, como todas en democracia, es “temporal y limitada”. “Así es la democracia parlamentaria y así debe seguir siendo si queremos preservar nuestra convivencia libre y pacífica”, afirmó. La de ayer, la votación de investidura que se saldó con más votos a favor para el candidato desde la protagonizada por Rajoy en 2011, pone en marcha la formación de un segundo Gobierno de coalición, esta vez con Sumar. Toda apunta que esta será una legislatura áspera, bronca y con una fuerte polarización con los dos principales partidos, PSOE y PP, dispuestos a entenderse en poco o nada. Y aunque este no es un horizonte extraño para Sánchez, que ya ha flotado en un escenario parecido durante sus casi cuatro años del Gobierno de coalición, ahora la mayoría solo es posible con una aritmética en la que los diputados de Junts se suman a la ecuación en el capítulo de los imprescindibles. Sánchez no se puede permitir su enfado, ni el de ERC, ni el de Bildu o el del PNV, y tendrá que nadar entre todas esas aguas para cumplir su objetivo de dotar estabilidad a su Gobierno. La primera dificultad que se le viene encima es la aprobación de la amnistía, y la manera de que el texto encaje dentro de la Constitución, sobre todo si se incluye alguna enmienda. El traspaso de Rodalies, la condonación de la deuda, y las negociaciones en las que Junts propondrá la celebración de un referéndum son otros de los retos de la agenda catalana. Pero también se le presentan otras complicaciones como la renovación del Consejo General del Poder Judicial o la crisis inflacionista, todo ello mientras la crispación sigue inundando las calles.
La felicitación de Feijóo al presidente: “Esto es una equivocación”
El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, se acercó a estrecharle la mano al líder socialista, Pedro Sánchez, tras su reelección como presidente en un acto de “cortesía”. Luego detalló que mientras lo hacía le dijo: “Esto es una equivocación”, en alusión a los pactos logrados con los partidos independentistas para seguir en Moncloa. En esta línea, el popular advirtió de que será Junts quien marque el mandato del próximo Ejecutivo y no Sánchez, de quien aseguró que no será más que “un presidente prorrogado mes a mes”. Asimismo, lamentó que tuvo que asistir a su investidura como presidente cuando “ya se le nombró para este cago con un acuerdo fuera de España, en Waterloo”, en referencia a su acuerdo con los de Carles Puigdemont. En este sentido, advirtió de que “el Partido Socialista está en manos de aquellos que quieren primero un reconocimiento de nación, distinta a la de España, y segundo, un referéndum de autodeterminación”. Y si esto no se hace, dijo, “esta legislatura peligra”, alertó. Resignado a mantenerse en la oposición a pesar de ser el partido que más escaños logró cosechar en las elecciones del pasado 23J, el popular prometió que luchará para “defender la igualdad de todos los españoles ante el mayor ataque al Estado de derecho”.