PANORAMA
Puigdemont y Sánchez, cara a cara
El líder de Junts advierte en la Eurocámara de que “del incumplimiento de los pactos nace la desconfianza”
El socialista defiende la amnistía, ante las críticas del PPE, y el catalán en la UE
El expresident Carles Puigdemont y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se encontraron ayer por primera vez desde 2017 durante un pleno en la Eurocámara donde el segundo compareció para hacer balance del semestre de la presidencia española de la UE, pero donde la amnistía y los pactos con los independentistas fueron los temas centrales.
Sánchez, que inició su intervención destacando el “éxito” de su presidencia europea, defendió la ley de amnistía como un “paso importante en la buena dirección” para normalizar las relaciones con Catalunya. Lo hizo antes la críticas vertidas por los eurodiputados de PP, Vox y Cs que cargaron contra la ley. El tono más duro lo adoptó el líder de los populares europeos, el alemán Manfred Weber, que amenazó con una comisión de investigación en la Eurocámara sobre la situación en España tras acusar a Sánchez de no respetar la democracia y advertirse que “Europa está muy preocupada”. En su respuesta, en presidente español advirtió que la “auténtica amenaza” para la democracia en España no es él sino las alianzas del PP con Vox, y preguntó al alemán: “Este es el plan que seguiría usted en su país. ¿Querría devolver a las plazas de Berlín los nombres del III Reich?”.Quien no hizo referencia alguna a la amnistía fue Puigdemont, que aprovechó la ocasión para recordarle de forma velada que los pactos logrados con Junts para su investidura se deben cumplir. “El problema de Europa nunca han sido las promesas, sino su cumplimiento”, espetó antes de advertir de que “del incumplimiento nace la desconfianza, desconfianza que puede poner en riesgo incluso un proyecto tan sólido como la Unión Europea”. Además, Puigdemont, que no intercambió gesto alguno con Sánchez pese a estar a escasos metros, se quejó de tener que expresarse en castellano y no poder hacerlo en “su lengua materna”, después de que se haya ralentizado el debate para incluir el catalán como idioma oficial de la UE, una de las primeras reclamaciones que hicieron los independentistas para apoyar la investidura. “Nuestra libertad de expresión en esta Cámara vale menos que la suya. Presidente Sánchez, las oportunidades hay que aprovecharlas cuando ocurren”, concluyó. En su respuesta, Sánchez instó a Puigdemont a seguir trabajando “por la vía del diálogo, la negociación y la Constitución” y consideró que está en manos de ambos seguir mejorando la situación en Catalunya. Asimismo se comprometió a seguir promoviendo el uso del catalán.
El ladrido de un perro se cuela por la megafonía tras el discurso de Sánchez y provoca risas en la Cámara
La cúpula judicial ha vuelto a ponerse en pie de guerra por la amnistía. El presidente interino del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Vicente Guilarte, tildó de “inadmisibles” las palabras de la portavoz de Junts, Míriam Nogueras, que el martes en el Congreso realizó una serie de acusaciones contra varios jueces. En concreto, cargó contra los magistrados del Tribunal Supremo Manuel Marchena, Pablo Llarena y Carmen Lamela; el expresidente del CGPJ Carlos Lesmes y la magistrada del Tribunal Constitucional Concepción Espejel, a quienes tildó de “indecentes” por la “persecución” contra el independentismo. Nogueras, que los tildó de “togados franquistas”, y añadió que en un Estado “normal” estas personas deberían ser “cesadas y juzgadas”. Ante esto, Guilarte avanzó que “se adoptarán tomas las medidas necesarias previstas por el ordenamiento jurídico para proteger su independencia” sin precisar cuáles. “Este señalamiento es inadmisible en un Estado de Derecho, cuyo principio fundamental es la separación de poderes”, aseveró.
La reacción del presidente del CGPJ se suma a la del presidente del Tribunal Supremo, Francisco Marín Castán, que ayer suspendió in extremis su reunión con el ministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños. Fuentes jurídicas informaron que Marín Castán canceló el encuentro “por razones sobrevenidas”, sin dar más detalles ni fijar una nueva fecha, aunque de fondo late lo ocurrido este martes en las cámaras parlamentarias. Posteriormente, Bolaños y Marín hablaron por teléfono y se volvieron a citar para el próximo martes, en la sede del alto tribunal. El titular de Presidencia le trasladó el mismo mensaje que ya lanzó el martes en el Senado, donde negó que las sentencias impuestas a independentistas catalanes por el procés fueran casos de lawfare y aseguró que “defenderá a los jueces de los ataques y descalificaciones de los partidos independentistas, pero también de la larguísima mano que tiene el PP, que intenta siempre influir en el poder judicial”.
La amnistía, protagonista del primer control al Gobierno
Los reproches por la ley de amnistía y los pactos con el independentismo también coparon la primera sesión de control de esta legislatura en el Congreso, donde no pudo producirse el esperado cara a cara entre Sánchez, en Estrasburgo, y el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo. El ministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, aseveró que “el mayor problema” de España en estos momentos no es la futura ley de amnistía sino que el PP ha comprado el “discurso ultraderechista de Vox”, respondiendo así a la diputada popular Cayetana Álvarez de Toledo, que previamente acusó al Ejecutivo de confundir convivencia con “indecencia” al tiempo que llamó a la “resistencia”. En el Senado, el PP aprovechó su mayoría absoluta para pedir a la Comisión Europea para la Democracia por el Derecho un dictamen urgente sobre la ley de amnistía.