La Constitución toma el discurso del rey

El rey Felipe VI apeló en su tradicional mensaje de Navidad al cumplimiento de la Constitución como garantía de unión y progreso, y se mostró contundente al asegurar que fuera del respeto a la Carta Magna “no hay democracia ni convivencia”, sino “imposición y arbitrariedad”. El monarca se centró casi exclusivamente en reivindicar el texto de 1978 y, en cambio, evitó mencionar la amnistía, que ha marcado los últimos meses el debate y la actualidad política.

El jefe del Estado afirmó que la Constitución es “el mejor ejemplo de la unión y convivencia entre españoles”. También la llave que propició “superar la división” que “abrió heridas, fracturó afectos y distanció a las personas”. “Evitar que nunca el germen de la discordia se instale entre nosotros es un deber moral que tenemos todos”, remarcó, antes de insistir en que “fuera del respeto a la Constitución no hay democracia ni convivencia posibles”. Constitución, con catorce menciones, fue el término más empleado por el monarca, por delante de España, con trece, y convivencia, con cinco, lo que refleja las ideas que el jefe del Estado quiso recalcar.El mensaje navideño de Felipe VI llega en un momento de alta tensión política marcado, entre otros aspectos, por la nueva etapa de Gobierno de Pedro Sánchez y de sus alianzas con ERC y Junts, que han impulsado medidas como la ley de amnistía y la supervisión de lo que pacten por parte de verificadores internacionales. En este contexto, el jefe de la Casa Real evitó mencionar la amnistía, pero sí defendió la unidad de España basada en la convivencia, la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político. En un momento especialmente tenso por el bloqueo en la renovación del Consejo General del Poder Judicial y el señalamiento a jueces por supuesto lawfare (o guerra judicial), Felipe VI pidió “respetar a las instituciones en el ejercicio de sus propias competencias y contribuir mutuamente a su fortalecimiento y a su prestigio”.En el plano social, además de condenar “la inaceptable violencia contra la mujer”, puso el acento en los problemas de los jóvenes para acceder a la vivienda y en la preocupación de muchos ciudadanos por las dificultades económicas y sociales que afectan a la vida diaria. En sus cerca de doce minutos de mensaje navideño, Felipe VI apenas se refirió al escenario internacional. El jefe del Estado no hizo ninguna mención a la guerra en Oriente Próximo, ni a la invasión rusa de Ucrania, y se limitó a resaltar que la presidencia semestral española de la UE “ha reforzado la unidad de Europa”.

PSOE y PP aplauden la intervención mientras Aragonès y Junts la critican

PSOE y PP han aplaudido el discurso navideño del rey, mientras que ERC, Junts y el resto de partidos independentistas y nacionalistas lo han censurado. La presidenta del PSOE, Cristina Narbona, aseguró que su partido comparte las “preocupaciones” de Felipe VI, así como su consideración de que la Constitución es “un marco idóneo para conservar la convivencia y garantizar el progreso de España”. Sin embargo, el socio de coalición de los socialistas, Sumar, tildó el discurso del rey de “decepcionante”. La portavoz del partido, Marta Lois, reprochó al monarca que no hablara “de las preocupaciones de la ciudadanía” y expusiera la “interpretación más restrictiva de la Constitución”. Por su parte, el líder del PP, Cuca Gamarra, defendió el discurso del rey y coincidió al asegurar que “fuera del respeto a la Constitución y las instituciones no hay ley sino arbitrariedad”. Los populares agradecieron al monarca su defensa de la “unidad” de España. Vox también aplaudió el discurso del rey.Entretanto, el president de la Generalitat, Pere Aragonès, aseguró que la intervención de Felipe VI es la “continuación del que ya hizo el 3 de octubre de 2017, cuando los pocos vínculos que la monarquía tenía con Catalunya se rompieron”. La presidenta del Parlament, Anna Erra, sostuvo que refleja “la lejanía” de la Casa Real “con muchos ciudadanos y con Catalunya”. De su lado, el secretario general de Junts, Jordi Turull, aseguró que el discurso del rey es “irrelevante, como la Corona misma”, mientras que el expresident Carles Puigdemont afirmó que la monarquía “no acaba de comprender cómo funciona la democracia”.